Opinión

Lucha nacionalista

Lucha nacionalista

¿Qué es Patria? Sabes a caso lo que preguntas, mi amor?

Todo un mundo se despierta en mi espíritu a esa voz

(Salomé Ureña)

Es porque no valora la esencia de la soberanía nacional que el gobierno dominicano, desconociendo la historia y la cultura dominicana, así como la peligrosidad de los planes internacionales que continúan activándose contra el país, ha jurado mantener a toda la migración haitiana ilegal, por eso obvia los plazos más que vencidos, y extiende, atropelladamente el tiempo de su estadía, incentivando de este modo a esa migración y a la que se prepara para llegar.

Es así como se relajan las leyes dominicanas y se irrespeta al pueblo dominicano que sabe por donde se enrumba esa decisión, quien la ordenó, y a quien beneficia.

Prorrogar el tiempo de la regularización de quienes nunca se documentarán debidamente, pues tanto el gobierno como los organismos internacionales, y la traición criolla, le garantizan su estadía y posterior nacionalidad dominicana, es irrespetarse como país. Este es un sabotaje a la lucha para que estos no solo se queden sino para que sigan ingresando en mayor cantidad.

En esta misma dirección apunta el incremento vertiginoso de los partos de mujeres haitianas en maternidades y hospitales dominicanos sin que el gobierno tome las medidas preventivas por lo que esto significa en lo inmediato y en el tiempo por venir. Este es un asunto planificado desde fuera y desde dentro de nuestro país.

Uno de los efectos de la permisividad del gobierno, de cara a la migración haitiana, es el acaparamiento de los empleos.

Ya están incursionando en casi todos los renglones de la economía nacional, asunto que les permitirá acumular fuerza y poder para, posteriormente, exigir en organismos locales e internacionales, mayores demandas reivindicativas sobre la base de violación a los derechos humanos, y para seguir utilizando, a su favor, las figuras del racismo y la xenofobia.

Este panorama debe dar la suficiente lucidez como para no continuar viendo aquello como una invasión pacífica, ya que esta es de las más violenta, pues al saberse apoyada, resulta más despiadada.

El Nacional

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