BOSTON.- La adrenalina de Luis Severino se precipitaba mientras marcaba los dígitos premiados, después de haber conseguido el número de teléfono de Pedro Martínez con un conocido mutuo. Era una llamada que tenía que hacer; si alguien sabía cómo dominar de manera consistente una alineación de grandes ligas, sería el derecho del Salón de la Fama.
Tal vez ese fue el secreto detrás del ritmo confiado de Severino mientras lanzaba siete entradas sin carreras en la victoria 3-1 de los Yankees sobre los Medias Rojas el miércoles, permitiendo apenas tres hits y ponchando a seis en el mismo montículo donde Martínez fue autor de algunos de sus más legendarios momentos.
“Trabajamos mucho en mecánica y otras cosas”, dijo Severino sobre Martínez. “Yo estaba tratando de no ir muy acelerado hacia el plato, estar tranquilo, y con hombres en la posición de anotar tratando de hacer un buen lanzamiento o conseguir una doble matanza o un out”.
Aunque sería exagerado decir que las sesiones con Martínez son las únicas responsables del éxito de Severino, ciertamente no podrían haberlo lastimado. Fenway nunca había sido amable con Severino, donde tenía una efectividad de 9.53 antes del miércoles.
“Mi confianza en este momento es muy buena”, dijo Severino. “Estuve haciendo buenos lanzamientos. No estaba pensando en el jardín izquierdo, ni en el Monstruo Verde, ni en nada. Solo estaba tratando de tirar todo lo que tengo”.
“Gran velocidad, buen slider, cambio a zurdos para frenar algunos bateadores, creo que lo que estamos viendo es un lanzador joven que comienza a entrar en su forma”, dijo el dirigente de los Medias Rojas, John Farrell.
El miércoles marcó el primer inicio en la carrera de Severino con siete o más entradas sin carreras, y su tercera salida consecutiva llegando a siete entradas. Durante ese lapso, Severino ha permitido cinco carreras ganadas y 11 hits en 22 innings (0.48 ERA), ponchando a 27 contra tres transferencias.
Su prueba más grande el miércoles vino en la cuarta entrada, cuando Severino indujo a Hanley Ramírez a batear para una doble jugada que mató un ataque.
El receptor Austin Romine dijo que el mejorado comando de Severino ha sido una gran diferencia.
“Puedo colocarme en la esquina y él pegarme en la rodilla a 98, 99 [mph]”, dijo Romine. “Cuando tienes a un tipo haciendo eso, y lanzas algunos cambios junto a eso, puedes mantenerlo fuera de balance.
EL DATO
Una gran jornada
De sus 100 lanzamientos el miércoles, Severino lanzó 57 bolas rápidas (que se registraron entre 95-100 mph), 31 sliders y 12 cambios.
