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Luisín Mejía no es providencial, pero necesario en el COD

Luisín Mejía no es providencial, pero necesario en el COD

El Comité Olímpico Dominicano transita en la actualidad por un amplio proceso de modernización que le hace acreedor de los mejores elogios así como del aliento de grupos sociales que saben aquilatar las buenas acciones y el correcto proceder.

Luis Mejía Oviedo es el arquitecto que ha concebido la nueva imagen de un COD que hoy nos presenta un excelente portal informativo, transparencia en el manejo de los recursos materiales puestos a su cuidado, y que recientemente ha anunciado planes de incursionar en el campo de la televisión con un canal exclusivamente dedicado al deporte.

Luisín, como le llamamos sus amigos, es un trabajador infatigable y una persona adornada de múltiples cualidades entre las que sobresalen la honestidad, la solidaridad y la nobleza.

Es esa la percepción motivadora que ha movido a un grupo de empresarios a concertar voluntades para ofrecer su respaldo moral y económico a favor del desarrollo de valores deportivos así como a las diversas ejecutorias que se llevan a cabo desde la cúspide olímpica.

En recientes ocasiones durante nuestros tradicionales encuentros los viernes de cada semana, los cuales datan desde alrededor de tres décadas, le he escuchado decir a Luisín que no figura en su horizonte continuar en la presidencia de la institución, lo cual estimo un error de cálculo tomando en cuenta los proyectos en los que se ha comprometido.

Está claro que Mejía Oviedo no es una figura providencial ni indispensable, pero a mi juicio su presencia al frente de ese conglomerado de federaciones deportivas se hace necesaria en el mediano plazo ya que, en la actual coyuntura, brinda confianza y credibilidad ante los ojos de la sociedad dominicana.

Creo no estar solo en mi apreciación del escenario general del Comité Olímpico Dominicano y la labor diplomáticamente discreta que ha llevado a cabo su presidente para ganar adeptos en sectores que anteriormente habían observado un comportamiento apático hacia esas esferas.

No hay que poner en duda los merecimientos que podrían tener otros aspirantes a la presidencia del COD que de manera abierta han manifestado esa vocación, o aquellos que por el momento aguardan por el desarrollo de los eventos antes de lanzarse al ruedo electoral.

El mejor aval que tiene el actual presidente del COD para continuar al frente de la entidad es que antes de que Danilo lo enarbolara como tema de su campaña, ya él estaba haciendo lo que nunca se había hecho.

El Nacional

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