Opinión

Luz en la oscuridad

Luz en la oscuridad

Las “delaciones del siglo”, de las que muchos ni se acuerdan, no fueron ni remotamente lo que se esperaba sobre los sobornos que confesó Odebrecht para conseguir la adjudicación de obras en varios países. Más bien lo que hubo fue frustración con las declaraciones que trascendieron formuladas por los ejecutivos del consorcio, porque carecían de detalles y pruebas concretas.

En el caso de República Dominicana las informaciones, al menos según el expediente instrumentado por la Procuraduría, se limitaron a generalidades de poco peso. Sin embargo, los pasos avanzados en Perú y Ecuador hacen resplandecer la esperanza de que algún día puedan reflotar todos los pormenores del escándalo de corrupción.

Las firmas del presidente Pedro Pablo Kuczynski que asesoraron a Odebrecht cuando se desempeñaba como ministro de Economía del Gobierno de Alejandro Toledo no fueron mencionadas en las confesiones desclasificadas en julio de 2017. Sin embargo, en las investigaciones las autoridades judiciales encontraron la información, la que generó tanto revuelo que Kuczynski sobrevivió a duras penas a un proceso de destitución en la Cámara de Diputados.

Durante su comparecencia solo le faltaron las lágrimas para que le creyeran que era ajeno a los servicios de las agencias, además, como se supo después, de negociar en secreto el indulto al exdictador Alberto Fujimori.

Pero el nombre del mandatario peruano no fue el único encontrado en las pesquisas posteriores. También los de la líder de la oposición, Keiko Fujimori; el de la exalcaldesa de Lima y de otros políticos, mientras el expresidente Ollanta Humala y su mujer están presos y Toledo, que está en Estados Unidos, ha sido solicitado en extradición por el mismo delito.
En Ecuador, lejos tenía el vicepresidente Jorge Glas no solo que su nombre podía aparecer en la lista de sobornados de Odebrecht, sino procesado por corrupción. Además de contar con el apoyo del expresidente Rafael Correa, había llegado al poder como compañero de fórmula del actual gobernante, Lenin Moreno. Sin embargo, Glas ha sido condenado a seis años de prisión y destituido de su cargo por el Congreso.

En sus confesiones la constructora no dijo que el expresidente de Panamá, Ricardo Martinelli, solicitado en extradición desde Estados Unidos, figuraba entre los sobornados. A propósito, durante una cumbre de fiscales en la nación istmeña se determinó que no habían sido casi 800 millones de dólares sino más de tres mil millones los que erogó la empresa brasileña en sus operaciones.

El caso de aquí es una incógnita. Sin embargo, mensajes como el transmitido por Estados Unidos y los procesos en Perú, Ecuador y Panamá representan un rayo de luz en la oscuridad.

El Nacional

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