Ellos llegarían temprano al Pro Player Stadium en Miami, agarrando sus boletos y guantes, esperando tener suerte. Allí, Manny Machado y su padre realizaban la caminata hacia los asientos más altos de la vieja casa de los Marlins para ver la práctica de bateo y tratar de atrapar algunas pelotas.
La esperanza no era conseguir una imagen genial o un recuerdo.
“Fue que pudimos regresa a casa -así que pudiérmao decir que nos tiramos una foto con una pelota de grandes ligas”, dijo Machado.”No teníamos mucho, pero esa era siempre nuestra aventura. Una vez que comenzara el juego, trataríamos de acercarnos sigilosamente a la valla del jardín”.
A lo largo de los años, Machado logró una buena racha de prácticas de bateo, solo una vez atrapó un jonrón. Es algo que aún cruza la mente del All-Star de vez en cuando cuando envía una pelota que se dispara a los asientos en Camden Yards o en cualquier otro lugar.
Qué bueno era en ese momento tener en sus manos una pelota de béisbol de grandes ligas, usarla durante las horas que pasó practicando con su tío Geovany Brito, la principal figura masculina de su vida, o el primo y compañero de ligas grandes, Albert Almora Jr .
A estas alturas, probablemente hayas escuchado las historias de la tradición de Machado: el pobre niño de Hialeah, que ansiosamente esperaría todos los días a que Brito llegara a casa para llevarlo al campo de béisbol al otro lado de la calle.
El adolescente flaco que ahorraría la mayor parte del dinero del almuerzo de $ 3 de su madre, Rosa Núñez, para viajar en el Metrorail a las prácticas porque no tenía quien lo llevara.
Machado condujo un Cadillac DeVille usado durante su último año de la escuela secundaria, cuando su familia finalmente consiguió un segundo automóvil. Y una actualización automática fue su primera gran compra cuando los Orioles lo convirtieron en una selección de primera ronda del Draft en 2010. Compró un auto a Núnez, luego uno para su hermana y uno para él.
No ha habido escasez de jonrones para Machado en su carrera de seis años, los últimos tres han sido temporadas de mas de 30. Aún así, a los 25 años de edad, con un Premio Guante Platino y una reputación como uno de los mejores jugadores de MLB, ela ntesalista entra en esta tcampaña con mucho que demostrar.
Que puede jugar campo corto, la posición que siempre amó, en un alto nivel. Que su cuerpo puede resistir desde dos cirugías de rodilla en la posición más exigente en el medio del cuadro.
Que puede liderar a los Orioles, en lo que es su última temporada antes de la agencia libre, para una vez más demostrar que los críticos están equivocados.
“Pienso que ustedes han visto, realmente, dos capítulos para él”, dijo el inicialista de los Indios y cuñado de Machado, Yonder Alonso .
“Ustedes vieron sus días de juventud a la edad de 20-21 años llegando a las grandes ligas, y ahora lo ven evolucionando y entiendo que tiene que aprender de sus errores y seguir mejorando. Está ayudando a estos jóvenes a aprender de Él. Realmente es un jugador especial, y estoy emocionado por lo que estamos a punto de ver “.
Al día de hoy, Machado odia ver los videos. Sus errores en pantalla completa. Recuerdos de un Machado más joven y volátil que le valió una reputación ominosa: joven, talentoso y temperamental.
Fue en el 2014 contra Oakland, cuando Machado pensó que Josh Donaldson lo había tocado muy duro y, más tarde en la serie, respondió lanzando su bate a Donaldson en la tercera base. Causó un incidente en elq ue las bancas se vaciaron.
En junio de 2016, Machado cargó al montículo contra Yordano Ventura, el último lanzador de los Reales que lo golpeó en la espalda con un lanzamiento de 99 millas por hora.
UN APUNTE
Crece como persona
La esposa de Machado,Yainne, dijo que todo lo que le ha ocurrido está en el pasado y que ahora tiene más experiencia y que ha crecido como persona. “Pienso que él quiere ser más un líder del equipo. Quiere ayudar a los chicos nuevos”.
