Opinión

Mala estrategia

Mala estrategia

Señor director:
Mis disculpas a los peledeistas-danilistas serios que aun puedan existir. Si es que los hay, creo que sería muy bueno que ustedes desarrollen su publicidad, primero; de una posible reelección, segundo de la candidatura de Castillo, y tercero del apoyo que darían a Hipólito Mejía en caso de que las dos primeras opciones fallasen; al menos “con criterio y sin causarle más perjuicio y daños del que ya han causado a los que hacen el trabajo a cambio de nada (las bases del Partido de la Liberación Dominicana (PLD).

Este sector del peledé siempre ha entendido que la mala publicidad puede reemplazar la preparación de un gobierno que realmente respondió a las necesidades y expectativas de sus votantes como lo fue el gobierno de Leonel Fernández en el 1996-2004-2008 y cómo lo volverá a hacer en el 2020. Quizá en el corto plazo de la vida, con algo de suerte, sus propósitos y candidatos impuestos resulten electos, pero sin duda terminarán rechazados por el partido, la población y quedarán condenados al juicio popular posterior.

En efecto, como estrategia antes de lanzar al mercado una reelección tras otra como buenos políticos que son; siempre siguen un proceso de marketing que implica, primero, estudiar bien al oponente interno y con ello aplicar el descrédito a través de la influencia publicitaria periodística, a esto llamamos manipulación de masas o monopolio de la opinión pública, en contra del que consideren adversario y si con esto no obtienen ningún resultado entonces pasan al segundo plan que es el chantaje o la cohesión con expedientes fabricados al vapor y si esto también les falla entonces recurren al tercer y último plan, el único que pocos hombres resisten; comprarle sin importar el precio a pagar.

¿Qué diferencia existe entre los danilistas y los demás peledeistas? ¡Que los primeros lanzan sus campañas sin conocer realmente el candidato/la candidata de preferencia dentro de las bases del partido, ya que tienen como única guía sus propias aspiraciones, antes que las de los votantes de su propio partido! (¡Su quehacer político es: Quiero ser presidente o deseo imponer a tal presidente, aunque no sepa si es de la simpatía de las bases del partido que has de darle el voto!).

A veces ni siquiera preparan al candidato, tal es el caso de Gonzalo Castillo dentro del danilismo; esperando que los militantes del peledé y la gente vote primero por ellos (como si dijeran: “Primero vótame y después averigua quien soy como presidente”).

Atentamente,
Misael Pérez Montero

El Nacional

La Voz de Todos