Opinión

Marcha Verde y partidos

Marcha Verde y partidos

Suplantar partidos? ¿Convertirse en partido? Ese tema peligroso lo quieren forzar porque el miedo a un cambio de verdad invade intereses creados, cúpulas partidistas, empresas y personas aferradas a este sistema putrefacto.

No es lo mismo analizar Marcha Verde y sistema de partidos, que sugerir que Marcha Verde trate de ser un partido que compita con otros dentro de esta institucionalidad y del actual sistema de partidos y régimen electoral; tres realidades interrelacionadas muy parecidas a tres lodazales inmersos en un pantano en descomposición.

Tampoco procede discutir si Marcha Verde debe o no suplantar los partidos tradicionales, que de por sí están descomponiéndose con altos riegos de desaparecer o de tornarse insignificantes.

La cuestión crucial es que la razón de ser de esta hermosa “malacrianza” verde es el fin de la corrupción y la impunidad, blindadas todavía por un lodazal institucional que ha metido al país en un atolladero del cual hay que salir para lograr esos propósitos.

Entonces, es sospechosa la preocupación por salvar este sistema, sus instituciones putrefactas, la Constitución del 2010 que las sustentan y los partidos responsables del lodazal; siempre asociados a empresarios y consorcios productores de lodo cloacal y a jefes militares expertos en nadar en él.

Igual resultan autodefensas desesperadas los pronunciamientos alarmistas de ideólogos, voceros y bocinas del lodazal pestilente cuando hablamos de la necesidad de obligar al Presidente y al Gobierno del PLD a renunciar, para que las mafias conformadas sean procesadas como manda la verdad y la justicia; así como también su histeria cuando planteamos la pertinencia de reemplazar las instituciones sumergidas en este pantano, para poder abrirle cauce a una Constituyente Popular y Soberana organizada en el marco de un gobierno provisional surgido del ejercicio de la democracia de calle.

Vale sí la alegría de echar al vertedero de Duquesa y a la cárcel de Najayo todo el lodazal, sus responsables y sus instituciones, previa incautación de lo robado.

Vale elaborar democráticamente una nueva Constitución que contemple instituciones no vulnerables al lodo cloacal que arropa este sistema.

Pienso, además, que esto solo puede hacerlo el pueblo verde movilizado, y que es una tonta perdedera de tiempo ocuparse de lo que va a pasar en el Consejo de la Magistratura o con la ley electoral y de partidos, porque todo eso está previamente cocinado por Danilo y el poder corrompido y corruptor que detenta ilegítimamente.

El Nacional

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