Luego de que es madre de la preciosa María Manuela, Jatnna Tavárez ha aprendido muchas cosas, pero sobre todo cómo la fuerza del amor está por encima de absolutamente todo.
Ha crecido su capacidad de entrega, de sacrificio. Más que nada ha aprendido a agradecer cada día más, esa profunda satisfacción que le da el ejercicio de la maternidad con su pequeña que ya tiene 12 años.
María Manuela es el regalo más grande y más preciado que el Señor le ha dado a su vida, expresa la conductora de “Con Jatnna”, confesando que sus ojos lloraron por horas la primera vez que le dijo mamá y todavía se “aguan” cuando ella le pone sus manos en la cara, la sorprende con un abrazo y le dice las mágicas palabras “mamá te amo”.
Jatnna describe a su hija como “una niña tierna con mucha sensibilidad, todo lo que ella hace a mí me enternece. Admiro su sentido de responsabilidad, su madurez, lo cariñosa que es, lo solidaria, y como siempre quiere hacerme sentir que cuento con ella, porque en los últimos años se han vivido situaciones difíciles y he tenido en ella un gran apoyo”.
María Manuela es además una excelente estudiante- dice su madre- entregada, buena amiga, por que adora a sus amigas y siempre tiene una actitud de querer agradar a los demás y de que los demás a su lado se sientan bien.
Todo se basa en la educación
Sobre qué bases usa para garantizar una buena formación a su hija, Jatnna explica que todo se basa en la educación y en reiterar las cosas. Ella como madre ha tratado por todos los medios de enseñarle con claridad, la diferencia entre el bien y el mal, pero hablándole en términos llanos y reales e inculcándole muchos valores día a día.
“Trato de formarla para que ella tome sus propias decisiones, pero siempre haciéndole entender las cosas, no imponiéndole absolutamente nada, porque la tengo que fortalecer con las herramientas necesarias para que ella pueda desarrollarse como una mujer equilibrada. Le enseño las cosas con ejemplos vividos y reales, para que entienda muchísimo más a qué me refiero cuando la prevengo de cosas y de situaciones. Con las redes, que es un punto que a mí me preocupa mucho, uno controla pero también hay que dejarlos vivir, porque no podemos permitir que se queden atrasados”.
De su hija aprende cada día cantidad de cosas: “además de esa capacidad infinita que uno tiene de amar, he aprendido mucho hasta dónde se puede ser incondicional en aras de generar bienestar a un ser humano. He aprendido de ella, hacer más grande mi paciencia, porque hay que tenerla. Más que aprender, he reforzado y alimentado mucho más la ternura, porque es una niña muy tierna”.
“Mi hija es la prioridad”
Sobre cómo divide su tiempo entre sus responsabilidades de trabajo y su hija, explica que para ella lo prioritario es su hija.
“Tengo muchísimo trabajo, trato de integrarla en algunas cosas, pero sin apartarla tanto de su mundo y de lo que le corresponde vivir, ella se disfruta mucho mis cosas, vivo inventando actividades y cosas que hacer con ella”.
Jatnna dice que cree mucho que la magia está en el compartir, en sentirse cerca, por lo que le da mucho trabajo a veces no tener tiempo y siente presión cuando su hija la está esperando.
“Cuando vienen esos trabajos que son interminables y que conllevan amanecidas en edición y demás, es complicado, pero hago mi esfuerzo porque ella va primero. Tengo la dicha de que María Manuela tiene un papá extraordinario, entonces nosotros nos dividimos la tarea”, dijo en referencia a su ex esposo.
