Opinión

Mariposas de San Juan

Mariposas de San Juan

Uno de mis viajes obligados, era a San Juan en tiempo de mariposas. Una nube de amarillo se posa en la carretera y el Sur nunca se parece tanto a un cuadro de Van Gogh, como en esos días, por eso las mariposas para mi han sido siempre una señal de vida y su ausencia, el primer signo de muerte de una región, o una comunidad y la primera queja de los habitantes cuando ellas no aparecen.

¿Donde están las mariposas del Bronx? Preguntaba Chávez cuando las comunidades del Sur del Bronx le invitaron a visitar las riberas del Hudson, para que ayudara a su recuperación con un proyecto de descontaminación de sus aguas. Hoy un parque, donde han vuelto los niños y las mariposas, por ahí debe andar el espíritu de Chávez, disfrutando del amarillo que ondea en la bandera venezolana.

“Aquí ya no hay mariposas”, se quejan los campesinos de las siete comunidades que la Barrick Gold viene envenenando progresivamente cuando sus presas de cola se inundan y hay que dejar escapar el agua de los sulfuros a los ríos, donde antes se bañaba la gente y donde conseguía su agua.

Este diciembre, cuando fuimos a llevarles la cena de Navidad, costeada con nuestro dinero, no con ningún barrilito, pudimos constatar los estragos en la piel del agua contaminada, en llagas que no se curan, en flujos corporales que han arruinado la vida de las niñas, en problemas pulmonares de todo tipo.

Maldije, contrariando al Evangelio, al colombiano Manuel Rocha, ex izquierdista reclutado por la CIA, hoy paseando su “éxito dominicano” por otros países donde ostenta su ascenso en la compañía a costa del sufrimiento del pueblo dominicano. Recuerden ese nombre, le dije a los campesinos y campesinas y todos los días repítanlo como en un mantra.

Esta semana acabamos de presenciar otro acto más de suicidio político del presidente Medina, esta vez implicando a su provincia de origen, precisamente San Juan. Su ministro de Minas, y a la tercera es la vencida, Antonio Isa Conde, acaba de anunciar su aprobación de la mina Gold Quest, que a muy poca distancia de la presa que abastece de agua el valle contaminará todas las fuentes de agua de esa zona.

Desesperado por fondos con los cuales financiar una reelección que se avizora a leguas (¡de la palabra de los gobernantes líbrenos Dios!), Medina se apresta a terminar de contaminar su legado histórico, como lo viene haciendo Isa desde hace tiempo, para pena de quienes alguna vez le admiramos.

Los hombres y mujeres deben aprender a morir cuando es tiempo, a riesgo de que en sus tumbas no haya mariposas.

El Nacional

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