Opinión

Marzo por las mujeres

Marzo por las mujeres

Nuevamente es marzo, momento propicio para hablar de las mujeres y de sus luchas. Fueron esas obreras  quienes en 1857, 1905, 1908, siempre en un 8 de marzo, irrumpieron en la historia a través de jornadas para reivindicar derechos laborales, y al mismo tiempo recibiendo la descarga del abuso de poder con la violencia extrema. Fueron 129 las obreras textiles carbonizadas en el interior de la fábrica. Y hubo más atropellos. El poder habla en serio, y no le gusta ser desafiado. Así sigue siendo. Estos hechos brutales han dado razón de ser a las causas del género, por lo que desde hace varias décadas esta fecha es el Día Internacional de la Mujer.

Este día dista mucho de ser festivo, es fecha para la reflexión. Ante marzo se abren todas las posibilidades de revisar lo que hemos hecho, los obstáculos internos y externos y la forma en que deben ser encarados. Marzo convoca a revisar la unidad, solidaridad y tolerancia entre las mujeres, sin más mediación que los intereses que les son comunes. Marzo es evaluativo y propositivo.

En República Dominicana, si del género se trata, es bastante el contenido a evaluar, pues el liderazgo, plataforma desde la cual se proyectan las posibilidades de incidir, decidir y negociar, no parece estar en su mejor momento. A nivel político, la militancia y activismo de las mujeres sigue teniendo una misma dirección: dar apoyo a los hombres en las candidaturas que sustentan aun en medio de la discriminación predominante. Lo que debe importar es qué se exige para las mujeres como colectivo social, pues así se puede tener una idea de cómo quedaría la  equidad de género en el gabinete. Se sabe de antemano que algunas mujeres van a ser favorecidas por el candidato ganador, pero se trata de pensar en el género como categoría social. Es un punto pendiente en la agenda dominicana de las mujeres, y de la sociedad.

En el interés por mayor liderazgo femenino, vale la pena reflexionar en aspectos como:

-Mujeres aspirando a la presidencia o a la vicepresidencia.

-La constitución de género en la dirección de las organizaciones.

-Las entrevistas para temas políticos, profesionales o de otra orientación.

-Las páginas de opinión  de los medios escritos.

-Género y desempleo

Estos ejemplos dejan ver el arraigo del poder de los hombres y el rezago del poder de las mujeres. No se percibe el vínculo entre la preparación de ellas y la dimensión de las oportunidades. Cada vez son más las mujeres que gradúan las universidades y centros técnicos y de oficios. Ahí están las estadísticas. Lo que esto provoca ruido y una desazón donde lo único que queda claro es que la discriminación contra la mujer sigue siendo un obstáculo, pero también un reto.

El Nacional

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