Con la visita que realizó al golpeado y sufrido pueblo de Haití, el presidente Danilo Medina, dio una muestra más en nombre de todos los dominicanos, de que somos y seguimos siendo más que solidarios ante la adversidad con nuestros vecinos históricos. En esta ocasión fue a causa de los daños causados por el huracán Mathew, que provocó destrozos, decenas de muertos y pérdidas materiales incuantificables.
Anteriormente fue a raíz de los estragos que causó el terremoto del año 2010, dejando miles de muertos, y donde fuimos la primera nación, también pobre, en acudir al auxilio ante sus vicisitudes, dando apoyo logístico para canalizar toda la ayuda internacional a través de nuestros puertos, aéreo puertos y carreteras, para transportar provisiones, medicinas, materiales de construcción, equipos pesados locales, etc. Donde por cierto el presidente a la sazón, Dr. Leonel Fernández fue casi agredido a pesar su noble misión y visita allá en territorio de Haití.
Lo hicimos y lo seguiremos haciendo porque somos un pueblo noble, solidario y que llevamos el crisma de la fe en nuestros corazones. A pesar de ser incomprendidos, muchas veces calumniados, por los organismos internacionales, algunos países de la comunidad internacional y hasta de algunos sectores dentro de ese mismo pueblo, que no valoran nuestro sacrificio, acogida y verdadero sentir, y en vez de esos países poderosos asumir sus compromisos históricos con este pueblo, quieren diplomáticamente presionar y cargar sobre nuestros hombros la acumulada crisis y solución de esta empobrecida nación.
Tras esta consecuente visita, albergamos la esperanza de una nueva etapa en nuestras relaciones, un nuevo camino al entendimiento, la comprensión, los afectos recíprocos, y no en cambio restricciones y limitaciones al comercio que tanto han costado a nuestro país, sin tomar en cuenta que los más perjudicados han sido el empobrecido pueblo haitiano.
El presidente Medina se comprometió a ayudar con las necesidades urgentes y cuya lista de necesidades prioritarias, como equipos pesados, madera, zinc, entre otras, le serán remitidas vía el joven y eficiente ministro administrativo de la Presidencia, José Ramón Peralta.
El presidente Medina indicó que cuando los embates y la tragedia afectan a ese país, también afectan a nuestro pueblo. El presidente Medina y su homólogo el presidente haitiano Jocelerme Privert, estrecharon sus manos en una muestra de buena voluntad y de esperanza, lo cual será muy importante en las futuras relaciones bilaterales de dos pueblos soberados, libres e independientes, unidos por la geografía, las vicisitudes y el destino, que nos comprometen a ambas naciones, a ser más que solidarios.
