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Mataderos manipulan la carne entre la mugre

Mataderos manipulan la carne entre la mugre

Nadie sabe cuántos mataderos operan en República Dominicana. Lo que sí se sabe es que de cada diez, nueve no cumplen con las condiciones higiénicas mínimas requeridas. De 35 mil reses y 12 mil cerdos sacrificados en el 2014 en República Dominicana bajo supervisión directa de las autoridades, apenas 7 mil de esos animales fueron manejados en instalaciones adecuadas. Se estima que de cada diez mataderos existentes en el país, nueve son simples lugares de sacrificio de animales, muchos de ellos al aire libre, sin instalaciones de agua potable.

Un taller auspiciado por el Instituto de Protección de los Derechos de los Consumidores (Pro Consumidor), con técnicos de las Naciones Unidas, concluyó que el 90 por ciento de los mataderos dominicanos no reúne las condiciones para operar como tal.
El taller denominado “Situación de los mataderos: sacrificio de animales y el expendio de carne en la República Dominicana”, contó con la participación de expertos extranjeros y de República Dominicana.

Otra de las conclusiones de la actividad fue que cada dominicano enferma por lo menos dos veces al año al contraer bacterias “zoonóticas” al consumir carnes contaminadas. Las zoonosis son enfermedades que afectan a los animales vertebrados las cuales son transmitidas al humano.

Los técnicos participantes en la actividad concluyeron que en la operación de los mataderos no hay información suficiente ni actualizada para ubicar, clasificar y caracterizar esas instalaciones.

Origen

Datos preliminares sin confirmar por las autoridades consignan que de 192 mataderos contabilizados en República Dominicana, 171 operan en solares baldíos, cañadas, a orillas de ríos y arroyos, en avenidas, calles y carreteras, mientras que apenas 21 tienen instalaciones adecuadas para el sacrificio de animales.

Un ejemplo de la situación anómala son los mataderos que operan en Haina, en la vieja carretera Sánchez, donde los animales, generalmente chivos y cerdos, son sacrificados en el paseo de la vía.

Están además, los mataderos de Los Casabes, en Villa Mella, donde las reses son sacrificadas en solares baldíos y en los patios de las casas, con agua contaminada del río Higüero, próximo al vertedero de Duquesa.

Las fallas

Existe un alto riesgo de que los consumidores de carne de res o de cerdo contraigan enfermedades, debido a malas prácticas de sacrificio, personal incapacitado, ausencia de inspección, falta de equipos adecuados, deficiencias en el transporte y empaque, y pésimas condiciones de conservación.

El problema comienza cuando el animal es sacrificado en instalaciones inadecuadas, o en lugares inapropiados para tales actividades como son las orillas de ríos y arroyos.

El mal continúa cuando el personal que sacrifica el animal no está capacitado para tal labor, ya que en muchos mataderos utilizan como matarifes a jóvenes que aprendieron el oficio observando a otras personas, casi siempre a sus padres, tíos y abuelos.
Otra falla es la ausencia de médicos veterinarios que examinen el animal antes de ser sacrificado y luego del sacrificio, como establecen las normas internacionales.

Salud Pública no dispone de los casi 300 médicos veterinarios para inspeccionar el sacrificio de animales en los mataderos.
Otras fallas son que muchos mataderos no utilizan contenedores ni huacales higiénicos y limpios, tarimas o paletas para colocar los huacales ni contenedores refrigerados para el transporte del producto.

Personal

En el manejo y transporte de los productos cárnicos, generalmente se observa a jóvenes sudados con ropas ensangrentadas, cargar sobre sus espaldas, bandas enteras de carne de animales sacrificados.

Las normas internacionales establecen que en los mataderos el personal debe estar vestido con ropa blanca, botas, guantes, gorro para cubrir la cabeza y mascarilla.
Los empleados de los mataderos también deben trabajar en instalaciones con baños y sanitarios para higienizarse antes de iniciar sus labores y después de concluir, pero casi nunca es así debido a que muchos mataderos no disponen ni siquiera de instalaciones de agua potable.

Transporte
El transporte de las reses desde antes de ser sacrificadas y después, revela las deficiencias de los mataderos. Las reses son llevadas en camiones en los cuales muchas sucumben, sufren fracturas, golpes y heridas antes de ser sacrificadas.
Luego la carne es transportada en camiones al descubierto, en camionetas y motocicletas al aire libre, sin ningún tipo e refrigeración, lo cual podría contaminarla.

Al ser sacada de los vehículos de transporte, la carne es cargada en la espalda por empleados que no llevan ropas especiales para tales actividades. Luego se deposita en las carnicerías o lugares de expendio sin que se pueda determinar si el producto se contaminó o no.

Preocupación

La situación de los mataderos es un tema que preocupa a las autoridades dominicanas desde hace algún tiempo.
Los ministerios de Salud Pública, Agricultura, Medio ambiente y Recursos Naturales y la Federación Dominicana de Municipios han dedicado tiempo y recursos al tema.

Sin embargo ha sido el Instituto Nacional de los Derechos del Consumidor (Pro Consumidor) el que más esfuerzo ha realizado para corregir la situación.

Altagracia Paulino, directora de Pro Consumidor, ha mantenido una campaña constante para resolver las graves fallas de los mataderos del país. La funcionaria trabaja para que los mataderos sean lugares seguros y confiables en la producción y procesamiento de productor cárnicos.