SANTIAGO. Dos comerciantes fueron asesinados a tiros anoche y esta madrugada en Montecristi y esta ciudad, mientras en Navarrete, un vigilante de una planta de gas fue muerto a balazos.

En tanto que el vigilante privado de una envasadora de gas localizada en Navarrete también resultó muerto de varios balazos.
Las víctimas fueron identificadas como José Rafael Pichardo Almonte, de 48 años, muerto en el paraje La Canela, de este municipio; María Yvelisse Martínez y Julio Alberto Martínez.

La muerte de Pichardo Almonte se produjo a eso de la 1:00 de esta madrugada, frente a la vivienda de su suegro Jorge Echavarría, localizada en la calle Principal de dicha comunidad santiaguera.

Esta mañana la Policía Nacional informó que técnicos de la institución verifican los vídeos de cámaras ubicadas en los alrededores de la casa donde ocurrió el evento, con el objetivo de identificar la persona que hizo los disparos.

Murió mientras era atendido en el hospital periférico del sector Bella Vista. Su esposa Rosanna Rodríguez descartó que le quitaran la vida para robarle, en vista de que no lo despojaron de sus pertenencias.

Narró que Pichardo Almonte se dedicaba a la compra de cosechas de productos agrícolas a pequeños productores, pero dijo desconocer que tuviera algún inconveniente que justificara fuera víctima de un atentado de esa naturaleza.

Mientras que María Yvelisse Martínez fue hallada con un balazo en la cabeza en su residencia del barrio Francisco Javier, de Montecristi, por cuyo hecho se encuentran detenidos dos haitianos.

UN APUNTE:

3 mujeres
Con el asesinato de la comerciante María Yvelisse Martínez se eleva a tres el número de mujeres víctimas de los asaltantes en las últimas 48 horas. El lunes fue asesinada Delci Yapor Concepción, mientras que ayer mataron a Jacquelín de la Cruz.

La comerciante fue encontrada sin vida por su hija, Ruth Reyes Martínez, quien llegó al lugar porque su madre desde tempranas horas no respondía las llamadas a su celular.
Reyes Martínez narró a la Policía que tuvieron que romper una ventana de la vivienda para penetrar, y encontraron el cadáver en medio de un charco de sangre con un disparo en la cabeza.
Los investigadores manejan la hipótesis de que, los desconocidos tan pronto cometieron el hecho cerraron la vivienda con las llaves de la víctima.

La hija de la víctima explicó que hace poco a su madre le robaron 35 mil pesos, pero que ella no denunció el hecho y que hoy viajaría a Santiago para realizar actividades comerciales con electrodomésticos que ella vendía.

En tanto que Julio Alberto Martínez fue baleado en el interior de una planta distribuidora de Gas Licuado de Petróleo, de Navarrete, cargando sus matadores con la escopeta que tenía asignada para la seguridad de las instalaciones.