MIRAGOANE, HAITI - MARCH 17: A field that has been cleared of trees by workers is seen March 17, 2005 in Miragoane, Haiti. According to reports, charcoal and wood make up to 70% of Haiti?s energy resource. Deforestation has become a major problem throughout the country despite efforts of organizations like CARE to plant approximately 800,000 trees a year. (Photo by Shaul Schwarz/Getty Images)
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En los años 90 del siglo XX se reforestaron 13 mil kilómetros cuadrados de bosques, principalmente de pinares en la cordillera Central, porque en la Septentrional la cobertura es de latifoliadas, con menor presión de demanda y abundancia de especies en su entorno, roble, caoba, ébano verde, cedro, balatá y otras.
En Los Haitises prolifera el ébano negro, diezmado por conuqueros nómadas haitianos sin control, Los Haitises es un bosque húmedo de vegetación pequeña que tamiza los vientos alisios que regulan la pluviometría del valle del Cibao, en franca destrucción.
En el bosque seco de vegetación xerófila del sur y la Línea Noroeste las especies son de aromas, Campeche, baitoa, guá-conejo, guatapaná, caya, y otras especies que prosperan en bosques áridos de formación desértica.
La ley de Fomento Forestal fue aprobada por el Congreso en 2003 a iniciativa del presidente Hipólito Mejía en consonancia con su formación profesional de agrónomo, con el propósito de que el país fuese autosuficiente en las necesidades de madera para sus usos diversos, industria de la construcción y muebles, que incurrimos en la importaciones superior a los US$100 millones al año.
En l996 Medio Ambiente estipulaba la cobertura boscosa en 13, 266 kilómetros cuadrados o el 27.54% del país. En 2003 la cobertura forestal se estimaba en 34.70% o un 7.16%, conforme a su criterio de medición.
En 1956 se crea el Parque Nacional José del Carmen Ramírez y al siguiente año 1958, el José Armando Bermúdez. En 1960 se crean los parques Puerto Plata, Cabo Francés Viejo de Samaná.
En 1967 la Dirección General Forestal es la institución que se asigna el manejo de los bosques. Desde la década de los años 1970 se crean los parques Isla Cabritos y Los Haitises. En 1973 el presidente Salvador Jorge Blanco crea la Reserva Científica de Valle Nuevo, las lagunas Redonda, Limón y Rincón, Isabel de Torres, Parque Nacional Jaragua, Sierra de Baoruco y Montecristi.
En 1986 el presidente Jorge Blanco crea la Vía Acetillar en Pedernales, parque La Caleta, Cinturón Verde de Santo Domingo, Reserva de La Canela y El Pomier en San Cristóbal.
En 1995 se crean los parques de Neiba y Culo de Maco, donde nace el río Artibonito y Monumental Las Caobas.
La ley 64-00 promulgada el 18-08-00 por el presidente Leonel Fernández y el 16-08-04 la ley 202-04 de Aéreas Protegidas por el presidente Mejía.
El 07-08-09 se promulga la ley 29-38 que crea el Vedado de Constanza y que comprende a Alto Bandera y Valle Nuevo. En 1947 se promulga la ley 1410-47 que crea el Parque Nacional El Puerto, en Jarabacoa.
Disponemos de una nutrida y completa legislación forestal para proteger nuestros cada vez más diezmados bosques, tanto en la Cordillera Central y Septentrional, así como las áreas de bosques áridos productores de aromas, que son diezmados con voracidad para convertirlos en carbón y trasegarlos en grandes proporciones hacia Haití, con la complacencia de gobernantes a los jefes militares de servicio en la frontera con el calamitoso vecino haitiano.
Otra proporción considerable de carbón es usado en las cocinas rurales, una deficiencia grave de los gobiernos que no han dotado a los campesinos de estufas Lorena activadas con GLP, y lo idéntico en barriadas carenciadas de las principales urbes.
La polución de los afluentes, el descontrol de millares de cañadas de aguas putrefactas que fluyen a los lechos de los ríos, peligran en grande la salud de gran parte de los diez millones de dominicanos que somos, la mitad sobreviviendo en condiciones precarias, cuatro millones en pobreza y dos millones en absoluta miseria e indefensión estatal.
No hay una política firme y seria de preservar los remanentes de bosques que nos quedan ni las áreas protegidas que determinan las leyes señaladas.
Así estamos en los gobiernos del PLD, donde preservar los bosques no reporta votos y controlar sus desmanes los restan, idéntico a la haitianización y el permisivismo de que todos se comporten como quieran, lacras condenables del PLD.
