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Industria del perfume amenaza bosques guaconejo RD

El guaconejo es una planta de alto valor por las esencias que produce. Dentro de las variedades que hay, la más atractiva es la que se produce en el sur, por crecer en los bosques secos de la zona, diferente a la del nordeste, que los bosques son más húmedos.
Hay quienes aseguran que la mayor parte de los perfumes que se fabrican en Francia se hacen a partir del aceite de guaconejo de República Dominicana.
Otros aseguran que el guaconejo indica que es un combustible excelente, un desparasitante y que su costo es elevado. “Una rama vale hasta mil pesos, es un negociazo”, destacan algunos traficantes de la especie.
Desde hace más de una década se declaró la extinción de esta especie en Haití, que en los años 50 todavía disponía de grandes extensiones de árboles de guaconejo.
Por ser una especie generadora de una esencia base para la elaboración de distintos perfumes, el guaconejo (Amyris balsamifera) en el país está amenazado con la tala indiscriminada por parte de depredadores que desconocen que su óptimo aprovechamiento es cuando el árbol muere o cae de forma natural.
En una ocasión David Espinal, técnico agroforestal del Ministerio de Medio Ambiente, pone de relieve que ese árbol, el cual prospera mayormente en Jimaní, viene diezmando debido a que los haitianos lo tumban para comercializarlo en su territorio, donde existen fábricas de perfumes.
“Es que este contiene una resina o aceite base que da estabilidad a las fragancias. La especie está limitada, crece en bosques secos subtropicales y la han atacado bastante, especialmente los haitianos, así como otras personas que desconocen su importancia y la cortan también para hacer carbón”, comentó el experto.
El aceite esencial del guaconejo o Amyris balsamífera se saca de la leña seca, después de haberse producido su muerte natural.
“Cuando está verde no tiene concentración, como tampoco tiene olor, hay que darle 10 o 12 años mínimo en el suelo y cuando ha votado toda la cáscara o corteza, eso que queda, como el corazón del árbol, es donde está la concentración de la esencia”, detalló Espinal.
El experto forestal indicó que el árbol no está en extinción, pero sí se permite su corte indiscriminado no se podrá sacar igual provecho.
Cómo lo hacen
Los contrabandistas le hacen una “corona” en el tronco, lo pican con un machete o un hacha y al mes o mes y medio ya el árbol está seco, ahí deciden tumbarlo, picarlo y montarlo en el camión y trasladarlo a los centros de acopio, generalmente próximo a la frontera.
Algunos dirigentes comunitarios de La Descubierta dicen que llevan años denunciando el problema a Medio Ambiente, pero que allí no toman carta en el asunto, “porque parece que no trabajan para evitar que corten el árbol, es después que lo cortan, porque creo que les interesa más la madera que el árbol parado”, precisaron.
La justificación
“Conseguimos los palos andando en lomas, donde quiera que hay una matica tú la recoges en el suelo. Se la pasan recogiendo en el monte, caminando, haciendo pilitas y ahí las van bajando. Es un trabajo de tres y cuatro semanas. Van apilando y cuando tienen la cantidad la trasladan, pero dizque a matá árboles, no, mentira del Diablo. Nadie mata árboles aquí”, dijo un campesino dominicano que sólo se identificó como Juan, pero que vive del “negocio” en La Descubierta.
Este campesino, aunque no quiso revelar su nombre completo, dijo que trabaja recogiendo los árboles del guaconejo y vendiéndolos al primero que los compre.
“El guaconejo es un palo viejo muerto que no sirve para nada. Y yo le voy a decir algo, uno está en la tierra y de la tierra tiene que aprovecharse, lo que no se puede es cortar el árbol verde, eso no lo hacemos, lo que recogemos es leña seca. Es un trabajo para perros”, precisó.

En Números

1,000 pesos
Es el precio que pagan los traficantes por una rama seca de este árbol, la que convierten en polvo y luego venden en Europa como materia prima para la fabricación de perfume.

 

El Nacional

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