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Mediocridad que sustituye a luminarias

Mediocridad  que sustituye  a luminarias

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La ambición de lucro y fama, superó la ética que es fundamental en la vida y los deportes, privando a los que violaron las normas para ingresar al Salón de la Fama del béisbol en Cooperstown, Nueva York, más el repudio general de los amantes de ese deporte.

Con el mutis de Muhamad Alí, culminó el ciclo de grandes mastodontes del ring, precedido por los más grandes, Joe Louis, monarca de los pesados por doce años y 25 defensas del título; Rocky Marciano, tosco en el ring, pero 48 defensas del título con 45 nockaut y tres decisiones, invicto; Joe Walcott, Gene Tuney, Jack Dempsey, Sony Liston, Joe Frazier, Kid Gavilán, Kid Chocolate, Sanddy Sadler, y una referencia colosal reseñada con la maestría del superbo historiador deportivo destacado en boxeo Carlos Nina Gómez en el Caribe del 22 de marzo reciente.

Ningún peso welter ha superado a Ray (Sugar) Robinson, Pascual Pérez, Roberto Durán o a Kid Gavilán, ni un peso mosca a Yoshio Shirai.

También hay ausencia de los grandes jinetes de la hípica norteamericana en los históricos clásicos de la Triple Corona del Kentucky Derby, Preakness y Belmont Stakes que personificaron Eddie Arcaro, considerado por la crónica hípica estadounidense el más superbo de todos, seguido muy de cerca por Ron Turcotte, Ángel Cordero jr. Ted Atkinson, Braulio Baeza, Steve Caunthen, Eddie Delahousse, Eric Guerin, Bill Hartack, Jorge Velásquez, Manuel Ycaza, Laffit Pinkay, Earl Sande y Tony D Spirito, percibiéndose pocos grandes sucesores en el deporte del foete, las gafas y las espuelas, como nuestro Joel Rosario, que ha ganado para los dueños de caballos que ha conducido US$153 millones, Juan Castellano y Fernando Jara, la nueva revelación de la grandeza hípica.

Los notables periodistas de la Era de Trujillo, empecemos por el más referencial de talento y honestidad de todos con Rafael Herrera Cabral, Germán Emilio Ornes Coiscou, cultísimo devorador de libros, Leoncio Pieter, Francisco Comarazammy, Rafael Vidal Torres, Rafael Molina Morillo, Julio César Martínez Sobá, Mario Álvarez Dugan, Carlos Curiel, quizás el más culto de todos, sencillo, humildísimo, Radhamés Gómez Pepín, Tomás Casals Pastoriza, Luis Enrique Franco Anido, cultísimo, valiente y fino, Miguel Ángel Peguero hijo, poeta de la crónica beisbolera en sus recordados con los Spikes en Alto, así como Julio González Herrera en sus Robando las bases con mis ideas.

Asumiendo el relevo con digno post Era de Trujillo, Pedro y Antonio Gil Iturbides, Freddy Gatón Arce, Silvio y Emilio Herasme Peña, Oscar López Reyes, Aníbal de Castro, Juan José y Félix Frank Ayuso, José Báez Guerrero, Guarionex Rosa, Virgilio Alcántara, Adriano Miguel Tejada, Felipe Ciprián, Juan Bolívar Díaz, Miguel Franjul Bucarelly, Álvaro Arvelo Guerra (Alvarito), Mario Bobea Billini, Miguel Guerrero, Bienvenido Álvarez Vega, Luis Pérez Casanova, Miguel Ángel Prestol, José Rafael Sosa, José Antonio Aybar, Persio Maldonado, José de Jesús Reyes (Chichí), Luis Augusto Caminero, padre del periodismo de turismo.
Orlando Martínez, Luis Eduardo Lora Iglesias, Osvaldo Santana, Bolívar Díaz Gómez, Oscar Gil Díaz, Orlando Lozano Gil, César Medina, Gregorio García Castro, Pía Rodríguez y sus hijas Virginia y Dania Goris, Eunice Lluberes, Margarita Cordero, María Ugarte y su hija Carmenchu Brusiloff, Bonaparte Gautreaux Piñeyro, Eudoro Sánchez y Sánchez, Federico Henríquez Grateraux, Héctor Linares, Oscar Medina, Fausto Rosario Adames, Juan Manuel García, Reyna Alfau, Angela Peña, Cornelia Margarita, Elsa Expósito, Alberto Caminero, Nelson Rodríguez, Nelson Encarnación, Héctor Minaya, José Antonio Torres, Danilo Arzeno, Claudito Acosta (Dorito), Marien Aristy, Emilio Ortiz, Carlos Manuel Estrella, el resto es abundante espuma y reducida sustancia.

Otras promesas en ciernes, como José Monegro, Alfredo Freites, Luis Encarnación, Orión Mejía, Christian Oviedo, José María Reyes, y muchísimos otros, mediocrísimos, payoleros, lebreles de funcionarios del Estado, comerciantes de la profesión, yedras y parásitos anodinos permanentes de oficinas gubernamentales, miserables náuseas emborronadores de cuartillas hueras, muchos más frustrados anclados por la estultez, escorias barriales y rurales, no pocos permeados por la corrupción, con orondos bienes, e igual que los políticos, con breves excepciones, incapaces de demostrar al Impuesto sobre la Renta, cuando hace apenas un corto tiempo debutaron a la especulación vía la comunicación.

Yo si puedo, porque no tengo ningún bien material, en 60 años de ejercer la comunicación por convicción, no por conveniencia.
Es en la política donde se delatan enormes agujeros negros de grandes líderes, y algunos de los que han despuntado, como Luiz Inacio Lula da Silva, Alberto Fujimori, Néstor Kirschner y su esposa Cristina Fernández de Kirschner, Otto Pérez Molina, Dilma Rousseff, Carlos Andrés Pérez, Ernesto Samper Pizano, encharcados en el albañal de la corrupción.

Completan ese cuadro deprimente, Pedro Pablo Kuczynski, Rafael Callejas, Elías Antonio Saca, Mauricio Funes, Ricardo Martinelli y sus hijos acusados de recibir US$50 millones de Odebrecht, Alejandro Toledo, Jorge Glas, Ollanta Humala, Michel Temer, Nicolás Maduro, Fernando Color de Mello y Alan García.

¡Cuánta podredumbre que hasta hace poco tiempo no se percibía, ahora una deplorable costumbre abominable en todo el accionar humano!

¡Pobre abusada democracia que aprovechan vándalos impunes para desacreditarla desacreditándose!

El Nacional

La Voz de Todos