Sumido en atolladeros y surcado de basuras y aguas residuales están los mercados del Gran Santo Domingo. Son lugares que nada le envidian a los vertederos en cuanto a hedor e insalubridad.
Ante la deficiencia de los cabildos y el mal manejo que se da a los desechos, unido a la falta de conciencia y orientación, los mercados del Gran Santo Domingo hoy son fuente de inmundicias propicias para criaderos de todo tipo de alimaña y propagación de enfermedades..
Cualquiera que los visite por primera vez se puede llevar una negativa impresión, por el fangal y la insalubridad.
Mal compartido
Los fangales y la falta de higiene es una constante que afecta a todos estos mercados, a excepción del Merca Santo Domingo y las nuevas plazas construidas por el Ayuntamiento del Distrito Nacional en Villa Consuelo y Cristo Rey, las cuales han sido concebidas con otro criterio, que se caracterizan por la higiene, el orden y la calidad de los productos que ofertan.
Insalubridad
Los carniceros del Mercado Nuevo, por ejemplo, arrojan en los basureros cabeza y cuernos de los toros que sacrifican, por lo que el hedor a carne podrida se esparce por todo el entorno. Hay un filtrante lleno de la sangre putrefacta, generando una gran contaminación y un olor nauseabundo.
Indiferencia Salud
El Ministerio de Salud Pública ni el de Medio Ambiente se preocupan por la salubridad en los mercados, una indiferencia que prolonga el peligro a la salud de miles de personas que se ganan la vida en esos lugares.
Ninguna autoridad sanitaria fiscaliza los mataderos de los mercados ni su estado de insalubridad.
El presidente de la Federación de Asociaciones de Comerciantes del Mercado Nuevo, Luis Taveras, señaló que el Ayuntamiento en múltiples ocasiones ha anunciado la intervención, pero esto no se ha cumplido.
Taveras sostiene que en el mercado hay problemas que las autoridades municipales pueden resolver, porque no requieren de grandes inversiones.
Alcaldía aclara
La Dirección de Comunicaciones del ADN explicó que el cabildo no tiene a su cargo la intervención de esa plaza agropecuaria, sino el Gobierno central.
Comerciantes señalaron que luego del incendio ocurrido en enero pasado en la nave central del Mercado de la Duarte, el presidente Danilo Medina prometió que sería intervenido, pero esto tampoco se ha concretizado.
Un mal ancestral
La insalubridad y la suciedad de esa plaza es un problema ancestral. Se recuerda que hace un tiempo había criadero de cerdos en una zona pantanosa que colinda con los barrios de Capotillo y La Zurza.
El mercado de Los Mina, en Santo Domingo Este, aunque más pequeño que el Mercado Nuevo, también anida en su interior basureros y el hedor que se desprende de aguas residuales.
Ocupan calles
Los comerciantes se adueñaron de la calle arzobispo Oscar Arnulfo próximo a la Nicolás Ovando en Cristo Rey, donde se vende todo tipo de productos y mercancías.
Venduteros, en su mayoría haitianos, también han instalado un improvisado mercado debajo del elevado de la Máximo Gómez con Nicolás de Ovando y han copado toda la acera de esa vía en el frente de la tienda de Plaza Lama de Villas Agrícola, sin que nadie se ocupe de recuperar ese espacio público que debe ser usado por los transeúntes.
La calle París es otra de las vías convertidas en mercado de productos agropecuarios y de venta de ropas y todo tipo de mercancías. Ahí impera el más grande de todos los caos en el Gran Santo Domingo.
En los alrededores del mercado viejo de Cristo Rey, la suciedad y las aguas residuales que corren por la calzada constituye un dolor de cabeza. Las verduras se venden encima de los basureros. El cabildo ha delegado en los propios comerciantes la responsabilidad de mantener limpio su espacio.
UN APUNTE
Plazas son la excepción
Contrario a los mercados, las nuevas plazas construidas por el Ayuntamiento del Distrito Nacional han marcado la diferencia, allí impera el orden, la limpieza y la seguridad en el entorno, como es el caso del nuevo mercado de Villa Consuelo, con un concepto que la alcaldía pretende llevar al que próximamente entregará en Cristo Rey.
Los mercaderes de estas dos plazas han sido capacitados sobre el manejo que deben dar a los productos y las reglas que deben cumplir para garantizar, la limpieza, higiene y el aseo del entorno.
Están debidamente identificados con un carnet que contiene su nombre y el número de cubículo que le corresponde. En estos lugares los productos están debidamente colocados y predominando la higiene.
