Opinión

Metástasis de la corrupción

Metástasis de la corrupción

El lamentable suicidio de un arquitecto en las dependencias de la OISOE ha provocado que la opinión pública vuelva a recordar cómo en esos pasillos se han gestado los casos de corrupción más grandes de los gobiernos del PLD, hechos que aunque han violado la Constitución y las leyes, han permanecido en la impunidad.

Desde los US$ 130 millones de la Sun Land, cuyo caso denuncié en 2007, hasta el día de hoy, la OISOE ha sido protagonista absoluta de todos los escándalos que han mermado la institucionalidad, la democracia y el sistema judicial, manchado especialmente por sentencias que más tarde los propios jueces reconocieron fueron vergonzosas.

En el plano institucional, no se puede entender por qué si existe el Ministerio de Obras Públicas deba también existir una oficina adicional, muchas veces más poderosa que el propio ministerio. Sencillo deducirlo: a través de su entramado legal, la malversación de fondos se hace menos visible y más efectivo. De ahí que los escándalos de sustracción de fondos públicos provengan de esa oficina.

En cuanto a la democracia, cómo se pueden gestar campañas políticas transparentes y justas si del dinero público no asignado se sacan los recursos para comprar voluntades, secuestrar el sistema partidario y utilizar el aparato estatal en favor de intereses particulares de poder.

La justicia es caso aparte. De los tribunales han emanado sentencias históricamente vergonzosas que invitan a desconfiar de la independencia de poderes, y confirmar cada día cómo el PLD controla todo el Estado con dos objetivos: perpetuar la corrupción y el clima de impunidad.

Lo más grave: la OISOE es solamente la punta del iceberg de la corrupción del PLD. La irreparable pérdida de un profesional ha desnudado las miserias de la frágil institucionalidad y ha brotado la pus de un sistema que ha hecho metástasis, y que se extiende hasta más allá de nuestras fronteras, llegando incluso hasta el seno de Naciones Unidas. Debajo hay un mundo turbio que debemos erradicar con cero impunidad, voluntad y auténtica justicia, caiga quien caiga.  La solución es el cambio que recupere la democracia y la justicia. Ese cambio lo representa Luis Abinader. Lo lograremos.

El Nacional

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