Tras 240 años de hombres gobernando Estados Unidos, este dominio podría estar llegando a su fin con el ascenso de Hillary Clinton, algo que a muchos causa desazón. Hay una sensación de que el poder ha escapado de manos de los hombres blancos.
Este simple elemento podría llevar a votar por el candidato republicano, Donald Trump, a muchos varones de origen europeo para no perder su hegemonía.
Sin embargo, esta noche la historia será otra en Estados Unidos, ya que Hillary puede dar un paso más en su carrera política y convertirse en la primera mujer presidenta del imperio del norte.
Antes que nada, tenemos que mencionar que esta no ha sido la única vez que Hillary ha entrado en la carrera por la Presidencia. En el año 2007, se debatió la candidatura por el Partido Demócrata con Barack Obama, de quien perdió en las primarias.
Obama ganó haciendo de Hillary la secretaria de Estado. Además fue senadora del estado de Nueva York desde el año 2001 hasta el 2009.
Según el sitio Real Clear Politics, que cruza datos de diferentes encuestas, anoche Clinton parecía tener ventaja en estados que le otorgarían 260 votos electorales, mientras que Trump sólo ganaba claramente en 165. Los restantes 113 votos electorales estaban muy reñidos y pueden decidirse en el transcurso del día.
Una de las ventajas de esta mujer es que durante la campaña se enfocó en tratar de manera más humana los problemas de la migración.
Además de que en el pasado bregó con problemas de desigualdad, demandando trato igualitario para los homosexuales, al igual que el empoderamiento de la mujer.
Podría darse el caso entre los jóvenes, que millones voten por Trump no porque estén de acuerdo con él, ni porque les guste su intolerancia o su ego, sino simplemente para ver qué podría pasar. Sería como el voto que quienes apuestan a la anarquía.
El país más poderoso del mundo -al menos de momento- no puede permitirse que alguien como Trump llegue a la presidencia. Tan simple como eso, a pesar de que los Simpson hace ya unos cuantos años vaticinaron su victoria. Esperemos que todo quede en pura ficción.
