Opinión

MI VOZ ESCRITA

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Convencido de que es capaz de sacarle provecho a cualquier situación, no importa qué tan adversa sea, el expresidente Leonel Fernández parece que instruyó a  quienes  alegadamente le secundaron en el mayúsculo déficit fiscal, a los fines de lograr, en principio, dos propósitos. Primero: Desacreditar con la tilde política la convocatoria de la clase media a la protesta en sus diversas manifestaciones por la imposición de la malhadada reforma fiscal.

Esa parte de la nueva estrategia leonelista, si  es su objetivo, no entraña dificultad alguna para ser implementada; por cuanto desaparecido el escollo moral que representó Bosch, el doctor Fernández, como buen conceptuador, se ocupó de darle el significado perverso que hoy se tiene del ejercicio político. Aquella idea sublime de Duarte sobre la pureza de la política, en tanto ciencia, fue vilmente corrompida con su pragmatismo mefistofélico.

Leonel Fernández sabe muy bien que con su actitud estigmó como malo, todo lo que se relacione con la actividad política. Por esa razón es que sus cómplices y paniaguados arguyen con el desparpajo que le es característico que los justos reclamos para que el ex mandatario revele el destino de los recursos económicos que originaron el fraude fiscal, es persecución política.

El segundo propósito es aprovechar la coyuntura de las protestas para constituir en víctima al responsable de que el colectivo nacional tenga que pagar de sus bolsillos los permanentes boatos y francachelas a que se dedicó el grupo  que se enseñoreó los últimos ocho años en la colina de la Doctor Báez, e iniciar desde ya la campaña proselitista que lo retorne al Poder en los comicios de 2016.

 Es verdaderamente lamentable que el presidente Danilo Medina, pudiendo evitar semejante desgracia, con sus palabras y hechos haya dejado al desnudo la posibilidad de otro borrón y cuenta nueva que solo le acarrearía a la sociedad dominicana la repetición de tantos desafueros, pues es una verdad del tamaño de un templo que: “Al perro huevero, aunque le quemen el hocico, sigue comiendo huevos”…

El Nacional

La Voz de Todos