Opinión

Mía, Mía

Mía, Mía

“La persona no es como nace, sino como se proyecta y quiere ser”. (L. Sánchez)

 

A través de la historia, los transexuales siempre han estado presentes en todas las culturas y su presencia en los medios de comunicación ha sido ordinariamente aceptada. El más famoso de los trans en la radio y televisión dominicana, lo fue Paco Escribano “Rey del disparate y archipámpano de la carcajada” y quien aprovechando la sátira y el humor, hacía denuncias políticas, durante la era de Trujillo.

Paquita, como también se le conocía, una vez colgó frente a la emisora un letrero que decía: “Todo lo que soy se lo debo a Trujillo”. La implicación de su sexualidad con el letrero, hizo que las autoridades exigieran un cambio y en su lugar se colocó ” todo lo que tengo se lo debo a Trujillo” . La televisión, la industria de la moda, la cocina gourmet, el arte, y recientemente el cine, han dado fama a personajes transexuales que se han distinguido por abrir espacios a la diversidad. De alegre recordación es Tony Echavarría (Cambumbo) quien por los años 70 celebraba su lunes social, fiesta concurrida por miembros de todas las clases sociales.

Distinguirse en una sociedad homofóbica como la nuestra, es una verdadera hazaña, ya que desde muy temprano, la mayoría de los trans son excluidos del hogar, marginados en el lugar de trabajo, iglesias y servicios de salud. Como resultado tenemos un grupo de hombres segregados, con pocas opciones de trabajo, salvo dedicarse a la prostitución. La gran mayoría de los trans que se prostituyen en las calles de nuestros centros urbanos con frecuencia son encarcelados, son víctimas de violencia y violaciones sexuales. En términos de salud, tienen altas tasas de infecciones de transmisión sexual y más del 15% viven con el VIH.( Uno de cada seis).

El decreto presidencial que autoriza el cambio de nombre a la presentadora de televisión Mia Cepeda es un acto de justicia, y además deja sentando un precedente para que otras mujeres trans como: Fátima, Chachita, Nairobi, king y otras más, puedan ser igualmente beneficiadas, hoy con el cambio de nombre y mañana con un empujoncito el cambio de género, igual como se hace en muchos otros países.

El Nacional

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