Las artes marciales de República Dominicana siguieron recibiendo noticias halagadoras con el reconocimientos a más renombrados formadores de los diferentes estilos. La semana el país recibió con beneplácito la promoción de grado de que fue objeto el sensei Mamoru Matsunaga, considerado el padre del judo en el país y un inmortal del Pabellón de la Fama del Deporte Dominicano, elevado a Noveno Dan a nivel mundial, un hito conseguido por pocos maestros en el universo.
Ahora le ha tocado el turno al hanshi Miguel Peña, reconocido como el padre del karate dominicano.
El nativo de San Pedro de Macorís e inmortal del Salón de la Fama de Deportistas Petromacorisanos fue promovido a Cinta Negra 8vo Dan (grado) en el estilo Shorinji Ryu Karate-Do y representante para América Latina y el Caribe.
Los méritos acumulados por el ahora hanshi Peña son bien conocidos por la familia de las artes marciales tanto a nivel nacional como en América, donde ha fundado numerosas escuelas, como en las naciones de Puerto Rico, Panamá,
Estados Unidos y México.
Peña es el gran propulsor y masificador del karate, siendo galardonado como padre de esta disciplina.
Es fundador de la escuela de karate de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) y de todos los clubes sociales y provincias del país.
Además, el promovido profesor ha sido propulsor del karate militar y jefe instructor de numerosos equipos de artes marciales en torneos Centroamericanos y del Caribe, Panamericanos y Mundiales, lo que le ha valido el título de Gloria del Karate Dominicano.
El hanshi Peña recibió de parte del Soke Yasutaka Nakasaki Cinta Negra 10mo Dan, los diplomas correspondientes a su grado por sus grandes logros de 49 años de práctica del karate, dedicación y vida en la enseñanza de este legendario arte marcial
y en la formación de niños y jóvenes que hoy se desempeñan de manera exitosa en su vida profesional.
UN APUNTE
Gran inicio
En el año 1976 parte hacia Japón en busca de un estilo de karate académico, en compañía de su primer alumno el Shihan doctor Eduardo Mejía Jabid, quienes fueron examinados en ese entonces por el Soke Isamu Tamotsu Cinta Negra 10mo Dan, gran maestro de Shorinji Ryu Karate-Do, ya fallecido.
