El ministro de Cultura, José Antonio Rodríguez, encabezó una interesante reunión con artistas plásticos, en la que se trataron asuntos relacionados con ese sector, y su desarrollo en los procesos culturales de República Dominicana. El encuentro forma parte de una dinámica que ha venido realizando Rodríguez con los diferentes gremios artísticos, para conocer y planificar, junto con ellos, acciones que beneficien el crecimiento de las artes. La reunión, a la que asistieron decenas de artistas plásticos, se realizó en la Sala de Arte Ramón Oviedo, en la sede del Ministerio de Cultura.
El funcionario dijo estar convencido de que el arte es una industria, y ustedes tienen valor cuando alguien compra sus cuadros. Agregó que sólo las exposiciones dan valor al cuadro y al artista, y que el papel del Estado es mostrar lo que somos, para que realzar este valor.
Entre las iniciativas identificadas en la reunión destaca la de trabajar por la dinamización del mercado de las artes visuales, a través de diversas acciones en el país y en el exterior.
Dijo que esas acciones se emprenderían desde embajadas y consulados, así como a través del Ministerio de Turismo, para que el turista comience a preferir obras de artistas dominicanos en los centros visitados.
El funcionario expuso la idea de se lleven a la serigrafía las obras de los artistas de modo que sean asequibles a distintos segmentos de la población que no pueden comprar las obras originales, lo que se haría respetando los derechos de los autores.
Rodríguez estuvo acompañado de la Coordinadora del Viceministerio de Creatividad Cultural, Mirtha Olivares; Dustin Muñoz, subdirector de Bellas Artes; Carlos Santos, coordinador del Viceministerio de Desarrollo Institucional; y de los artistas plásticos Elsa Peña y Ángel Haché.
Durante la reunión hablaron varios de los asistentes quienes hicieron observaciones y recomendaciones al Ministerio de Cultura sobre como emprender nuevas políticas culturales en el sector que les compete.
Entre las preocupaciones expuestas, se hizo mención a la exposición y comercialización, y a las violaciones de derechos de autor, lo que provoca que muchas copias de artistas se vendan en tiendas del país, afectando la calidad de las obras que se exponen en distintas plazas públicas.
También, refirieron la existencia de intermediarios que venden sus obras al Estado, negocio con el que reciben beneficios millonarios; y la necesidad de que el Estado asuma la promoción de las obras artísticas a través de los ministerios de Turismo y Relaciones Exteriores.
