En medio de intensos rumores de que sería destituido, el ministro de Cultura, José Antonio Rodríguez, decidió guardar silencio sobre el conflicto en torno a la entrega del Premio Internacional Pedro Henríquez Ureña 2016 al laureado escritor peruano Mario Vargas Llosa. Rodríguez se reunió ayer durante varias horas con los funcionarios subalternos del Ministerio de Cultura, quienes concluyeron que el momento que vive esa dependencia es “delicado” y que es preciso actuar con prudencia.
Esta actitud la adoptó luego que dos funcionarios del Palacio Nacional censuraran que el premio recayera sobre Vargas Llosa, a quien acusan de tener una actitud irrespetuosa hacia República Dominicana.
El ministro de la Presidencia, Gustavo Montalvo, deploró la elección realizada por el jurado del referido premio. Montalvo afirmó que no cuestiona la trayectoria profesional del escritor, pero entiende que es una decisión inapropiada otorgarle este galardón, por tratarse de una persona que “en momentos en que la República Dominicana se defendía de una campaña internacional en su contra, realizó pronunciamientos agresivos y falaces sobre las leyes y su aplicación en el país”.
Días antes el director general de comunicaciones de la Presidencia, Roberto Rodríguez Marchena, había asegurado que desde el punto de vista literario el Premio Internacional Pedro Henríquez Ureña otorgado por el Ministerio de Cultura al escritor peruano Mario Vargas Llosa fue una imprudencia política.
Vargas Llosa, quien criticó la sentencia del Tribunal Constitucional que dejaba sin la nacionalidad dominicana a miles de hijos haitianos nacidos en República Dominicana, la comparó con decisiones tomadas por la Alemania nazi.
El escritor, Nóbel de Literatura 2010, fue seleccionado el pasado 2 de febrero como Premio Internacional Pedro Henríquez Ureña 2016, reconocimiento que otorga el Estado dominicano a través del Ministerio de Cultura.
La decisión ha provocado, también, protestas de dirigentes políticos, periodistas, abogados, medios de comunicación y otros sectores nacionales que cuestionan el “irrespeto” de Vargas Llosa”.
En medio de ese panorama crecen los rumores sobre la destitución de Rodríguez el 27 de febrero, por el presidente
Danilo Medina.
La posible destitución de Rodríguez y una eventual retención del premio por parte del Gobierno tendrían repercusiones internacionales negativas para el país, en vista del prestigio del jurado y la influencia en la literatura latinoamericana del escritor Mario Vargas Llosa, consideran observadores del conflicto.
