Opinión

Miranda, Danilo y Cristina

Miranda, Danilo  y Cristina

Quiero compartir con ustedes estos párrafos de la declaración, que en ocasión de los recientes pronunciamientos del presidente Medina y la presidenta del Senado emitió el conjunto de organizaciones y movimientos comprometidos/as con la demanda Loma Miranda-Parque Nacional y con la jornada de movilizaciones y paros del miércoles 27 de agosto:

“El presidente Medina, que tuvo mucho que ver con la anterior obstrucción del proyecto de ley sobre Miranda… sigue negándose a asumir el compromiso de apoyarla y se mantiene de espalda a ese y otros reclamos vitales…

“La actual presidenta del Senado… en lugar de someter de inmediato el proyecto sustentado por 30 senadores, como fue el compromiso original, está planteando enviarlo a una Comisión Bicameral, previa negociación con el presidente de la Cámara de Diputados, para instalar esa Comisión y proceder a la posterior consideración de sus resultados en tiempo indefinido. Tal propuesta sería considerada en la sesión del miércoles 27 de agosto, día de la jornada de lucha anunciada, en evidente actitud desafiante. Ella persigue darle tiempo y espacio a nuevas trampas y nuevos bloqueos.

Ya antes Pared Pérez se comprometió con el obispo Camilo a hacerlo rápido, ocultándole que no se iba a reelegir en la presidencia del Senado. Vale destacar, además, que Cristina Lizardo es actualmente presidenta del Senado por decisión del danilismo, que controla la mayoría del Comité Político del PLD, obedeciendo al interés de Danilo de usar esa instancia en función de sus propósitos.

Ahora la empleó para darle más largas al caso Loma Miranda, buscando un mejor momento para intentar “colar” el funesto acuerdo que se cocina en las alturas del poder, consistente en dividir en dos el indivisible ecosistema Miranda: pretendiendo asignarle el 36% del área a Xstrata Niquel-Falcondo, destinando el otro 64% a un supuesto Parque Nacional y abriendo las compuertas para la depredación de la cordillera Central, de la Sierra de Yamasá y otras zonas vilmente concesionadas.

Esta conjura procura complacer los designios de las transnacionales mineras, de los gobiernos de EEUU y Canadá, la Cámara Americana de Comercio y el CONEP, junto y al especial empeño de este gobierno (endeudado) en obtener las limitadas cuotas de una explotación minera altamente destructiva. La maniobra procura disfrazar de una falsa imparcialidad esos terribles designios, presumiendo así no habrá de ser afectada gravemente su diseñada burbuja de popularidad, entendida vital para sus evidenciadas ambiciones reeleccionista. Y se equivoca”. La protesta del miércoles será una primera y significativa advertencia.

El Nacional

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