Opinión

Motivos irritabilidad

Motivos irritabilidad

Fui al médico para averiguar por qué me duele tanto la cabeza y sangro tanto por la nariz. Tomografías aparte, la razón parece ser de índole moral, lo cual me hizo entender la célebre frase de Pedro Henríquez Ureña sobre la muerte de Hostos: “Murió de Asfixia Moral”, y la de Don Pedro Mir a Fidelio: “Me estoy muriendo de la derrota de mi generación”.

Una frase de Hostos me aclaró aún más la razón para el mal humor que parece azotar la dominicanidad pensante en estos días. Inicialmente atribuí el mío a los golpes recibidos durante un reciente choque contra una patana y la absurda posición del chofer, quien con un seguro “full SURA”, pretende cobrarme el arreglo de su vehículo aunque sea el mío el que ya no sirve ni para chatarra.¡Es lo que hacen todos! Me dijo mi abogada. Cuando están a la defensiva se colocan a la ofensiva, ya sea mintiendo abiertamente o apelando a subterfugios para no bregar con los hechos.

Hostos, explicaba su irritabilidad atribuyéndola “al genium irritable de la irritable gente de literatura y de artes”, algo así como un mal congénito de escritores y escritoras, aunque en estos días seamos en apariencia los menos irritados, dada la notoria ausencia de literatos/as en las Marchas Verdes.

¿Qué nos irrita en estos días?

1.-La apuesta de la oficialidad a la mala memoria colectiva en el manejo de los culpables del caso Odebrecht. Creo que lo que afirma la presencia masiva en las Marchas Verdes es todo lo contrario y bien haría el actual gobierno en no escuchar las bocinas partidarias, o pagadas en los medios, las cuales enturbian las aguas del pozo, aún más de lo que está.

2.-La soberbia estupidez de quienes se sienten inmunes a la opinión pública y la Ley. Hay dos tipos de arribistas. Las que actúan como roedores, minando a los demás hasta conseguir sus fines; y quienes no tienen límites. Si ya usted logró despojar a otra mujer de su empleo, porque ambicionaba su salario, o prestigio, a costa de la propia respetabilidad, ¿cómo se le ocurre atollarse en un caso de corrupción de pequeñísima monta?

3.-La insensibilidad de algunos comunicadores. Si usted ha difundido una noticia sin cerciorarse de su veracidad, ayudando acometer un asesinato moral contra otra persona ¿Cómo se le ocurre apelar a la “pertinencia mediática” de páginas centrales para no excusarse como debe?

4.-El cinismo de algunos representantes gubernamentales. Si usted importa a Jennifer López como su secretaria y en la oficina se encierra con ella, ¿no cree que puede desatar un tsunami especulativo?
Intimas irritaciones cotidianas, que añadidas a las externas, nos “trumpean” la vida.

El Nacional

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