Opinión

Muchos Orlando

Muchos Orlando

“Todo individuo tiene derecho a la libertad de opinión y expresión; este derecho incluye el de no ser molestado a causa de sus opiniones, el de investigar y recibir informaciones y opiniones, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio de expresión”.

Así reza el artículo 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. La libertad de expresión es un derecho fundamental de todos los ciudadanos y un pilar de las sociedades democráticas.

La tarea del periodista consiste en buscar la verdad y dar a conocer hechos y opiniones relevantes a los ciudadanos. “Esto implica en ocasiones hacer frente a las presiones de los grupos de poder: gobiernos, élites económicas.

En esa tesis creyó Orlando Martínez, así como en amigos que le aseguraban que en su contra no se atreverían a actuar los esbirros al servicio del balaguerismo. Algunos llegaron a decir que habían hablado con el mismo Presidente Balaguer sobre el asunto.

Aunque en el país los periodistas gozan de libertad a la hora de narrar los acontecimientos que suceden a su alrededor, en otros países el ejercicio de esta actividad implica un alto riesgo.

Según Reporteros Sin Fronteras, en lo que va de año 18 periodistas han perdido la vida, casi todos ellos en las revueltas sociales que desde hace meses viven los países árabes.

En República Dominicana superamos la violencia física contra los periodistas, aunque se ejerce otro tipo de presión; esto lo saben los de adentro los de afuera, ya que el problema ahora es económico.

Estamos en la época de los periodistas plásticos, tomando como referencia la famosa canción de Rubén Blades, ya que en las tertulias entre colegas los temas sobre principios, éticas y valores desaparecieron para dar paso a discusiones sobre los últimos modelos de vehículos o las torres de apartamentos donde viven.

El ejercicio de ese periodismo vertical y de servicio a la sociedad está en decadencia, como están todos los valores en la sociedad dominicana. Sin embargo, hoy más que ayer hacen falta muchos Orlando Martínez que devuelvan la dignidad a esta profesión.

El Nacional

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