BONAO. Como en los años de su juventud, todavía mantiene el ánimo de una muchacha que trabaja en los quehaceres domésticos, además de dispensarle cariño y aprecio a decenas de nietos procreados por sus 12 hijos, los cuales mantienen la estabilidad familiar.

Micaela Suriel, de 93 años, es creadora de una familia honorable, ejemplo de trabajo, laboriosa y con una destacada estabilidad familiar, a quien los años no le pesan porque vive muy feliz.

Micaela Suriel, residente en los multifamiliares del barrio Prosperidad, de aquí, no desmaya en permanecer como una niña que adora la vida, sin padecer de enfermedades, con un ímpetu que añora de manera constante.

Esta noble mujer al ver la luz de cada día da gracias a Dios por la vida y el privilegio de seguir compartiendo con sus familiares y vecinos que le quieren y le aprecian en el sector donde reside los multifamiliares del barrio Prosperidad, en Bonao.

Micaela, ocupa todo su tiempo en compartir con todo aquel que instala conversación y desea buenos consejos, pero también, el espacio le da para cocer sus alimentos, trabajar en los oficios domésticos, darle gracias a Dios, sembrar sus flores, podar los árboles y de vez en cuando también utiliza el labrado para desyerbar sus predios, dice vivir sin preocupación ni llevar pensamiento de nadie porque ese no es su norte.

Y pensar que en estos tiempos de globalización y aceleramiento de la humanidad, cuánta envidia sentimos muchos seres por criaturas de esta naturaleza ya que no podemos lograr esa paz y esa felicidad sin tener que exhibir grandes cantidades de dinero, ni mansiones, ni vehículos de lujos, sólo sentir paz espiritual como siente en su corazón junto a su entorno doña Micaela, aún con su edad de 93 años.