Opinión

MUJER SIN LÍMITE

MUJER SIN LÍMITE

Si te dijera: “Un gran elefante no puede mover una pequeña silla”, seguramente dirás: “imposible”. Y estás en lo cierto, pues este animal tiene la fuerza necesaria para arrancar un árbol de raíz con su trompa y hasta  para tumbar una casa sin esfuerzo.

 Sin embargo, hay elefantes que, aún con la fuerza que poseen, son incapaces de mover una silla. Esto se debe a la manera en que fueron criados. Por naturaleza, el elefante desea recorrer libremente la selva, pero cuando nace en cautiverio, como en un circo, atan una pata a un árbol con una gruesa soga para evitar que se escape.

 Una vez atado al tronco, se vuelve rebelde e intenta por todos los medios fugarse, pero a su temprana edad no le es posible lograrlo. Cuando llega a la adultez, se supone que sea capaz de arrancar cualquier atadura. No obstante, lo atan a una liviana silla, y ni tan siquiera intenta liberarse.

Este elefante no busca la manera de escapar porque cree que sigue atado a un robusto árbol. Es increíble como el pasado puede atrofiar sus habilidades. Igual sucede con los humanos; permitimos que los sinsabores del pasado anulen nuestras metas.

 Tú tienes una fuerza interna increíble, pero seguramente algo no te deja perseguir tus sueños. ¿Qué ataduras del pasado te tienen paralizado? Tal vez no te has atrevido a emprender un negocio porque anteriormente fracasaste; o a lo mejor, no te atreves a salir de una mala relación porque desde pequeña te enseñaron: “El matrimonio es para toda la vida”.

 Sea cual sea tu atadura, es hora de romper con esos pensamientos que te mantienen encadenado falsamente a ese árbol imaginario. La clave para zafarte está en sacudir esos temores y actuar.

 ¡No puedes pensarlo más! Una vez empieces a moverte, te vas a dar cuenta -poco a poco- del impulso tan grande que tienes. A diferencia de un elefante atado a una silla, tú tienes la capacidad de razonar y darte cuenta de que puedes intentarlo una vez más y disfrutar tu libertad.

El Nacional

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