Opinión

Mujeres y salud

Mujeres y salud

Diputados se ponen velo ante realidad del aborto
Ser mujer es un delito, nacer en cuerpo de mujer un pecado. Si es pobre, embarazarse una posible condena a muerte. Las cifras de muertes maternas me avalan.

La democracia dominicana tiene una deuda con las mujeres. Despenalizar el aborto es una tema de democracia, de justicia social y de salud pública afirma Marta Lamas. Desde mi óptica, es un tema de derecho a la vida.

Penalizar el aborto no salva fetos, mata mujeres, mujeres pobres. Nuestros legisladores son conscientes de esto, pero han elegido ponerse un velo en los ojos ante la realidad del aborto.

La Cámara de Diputados aprobó mantener el aborto penalizado en todos los casos, incluso cuando la salud de la mujer esté en peligro, cuando es un embarazo producto de una violación, y cuando es un producto incompatible con la vida fuera del útero.
El sector salud queda atado de manos. Reducir la mortalidad materna se vuelve un imposible, una quimera. Los abortos inseguros representan el veinte por ciento de las muertes maternas. El país continuará en la delantera de las muertes maternas en América Latina.

Los médicos no pondremos en riesgo nuestra libertad por salvar la vida de las mujeres. Estás muertes deberían ser cargadas al Congreso dominicano, no al servicio de salud. Penalizar el aborto es mantener las mujeres en la clandestinidad, en el abismo de la muerte.

El aborto es un fracaso. Un fracaso del sistema educativo, del servicio de salud, es un fracaso de la sociedad. Es una consecuencia del machismo estructural. Ninguna mujer sale a tener relaciones sexuales, para en un mes realizarse un aborto. Ninguna mujer quiere abortar. Falta educación sexual, falta acceso métodos anticonceptivos.

Los diputados ha decidido penalizar el aborto en todas las causas. No esperaba menos de ellos, con contadas excepciones, el Congreso dominicano siempre le da la espalda a las mujeres.

En el país el aborto está penalizado para todas las mujeres, pero solo las pobres ponen en riesgo su vida. Las que tienen recursos pueden viajar e interrumpir sus embarazos, e incluso con información pueden acceder a Internet donde encuentran asesoría para interrumpir un embarazo con medicamentos en las primeras doce semanas de gestación.

Al Congreso no se le ha ocurrido penalizar el acceso a Internet, pero no me asombraría que algún conservador lo propusiera.

El Nacional

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