Opinión

Napoleón y la Revolución

Napoleón y la Revolución

Cada 14 de Julio, el pueblo francés festeja el aniversario de la revolución liberal por excelencia, la que marcó el traspaso de la edad moderna a la edad contemporánea: la Revolución Francesa. Todavía los intelectuales franceses organizan interesantísimos debates sobre las reflexiones del escritor y político Edmond Burke, quien criticó acremente los excesos de la misma y se pregunta si la revolución de la Libertad, Igualdad y Fraternidad, valió la pena.

Contestes están los historiadores, en que todas las revoluciones que crean nuevas formas de pensar, están fundamentadas en un marco teórico como elemento motivacional para hacerla posible. Ninguna otra revolución en el mundo moderno, aportó más teóricos, que justificaran con trabajos intelectuales de profundidad, el cambio del Feudalismo como sistema político, económico y social por la Burguesía, como clase llamada a hacer las grandes transformaciones, en el sentido lato de la palabra.

De ahí, que el enciclopedismo, como movimiento filosófico y pedagógico, iba a dar a conocer a grandes figuras que motivaron con sus obras monumentales las razones por las cuales, había que arrasar con el absolutismo como modelo de gobierno.

 Sin dudas que el ”el pienso y luego existo” de Renato Descartes provocó la ira del clero. Los tratados de John Locked sobre el entendimiento y sus enseñanzas sobre el gobierno civil, inflaron de orgullo a quienes querían abolir el feudalismo. Y luego Montesquieu, con su ”Espíritu de las Leyes” donde establece la separación de los poderes, y Jean Jacques Rousseau con su ”Contrato Social”, fertilizaron el terreno para futuras revoluciones.

Sin embargo, fue la figura de Napoleón Bonaparte que, cabalgando sobre su caballo Cyrus, iba a desbrozar caminos para que la burguesía eclosionara triunfante.

Aunque sus críticos le dedican más tiempo a Josefina que a sus triunfos y fracasos,  no hay dudas de que fue la gran figura del siglo XIX.

Con sólo 27 años, las campañas exitosas de Italia lo catapultaron a la gloria. Y luego del golpe de Estado del 9 de noviembre de 1799, conocido como el 18 Brumario, la historia de Europa y hasta la de Haiti, no pueden escribirse sin el nombre de Napoleón Bonaparte, sin importar que Thomas Jefferson lo llamara una vez ”El Atila moderno”.

El debate ha sido eterno: ¿Fue Napoleón Bonaparte el resultado de la Revolución Francesa, o en cambio, fue esta obra del talento y la genialidad el emperador francés?

No lo sabemos, pero sus últimas palabras resumen toda su existencia: ” Francia, el ejército, Josefina”.

El Nacional

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