Opinión

Navidad y Pedro Mir

Navidad y Pedro Mir

En manos nuestras y del superior gobierno está la responsabilidad de crear las condiciones para logros a favor de los dominicanos. El gobierno que preside Danilo Medina Sánchez ha diseñado un presupuesto justo después de jurar serle fiel, delineando el 4% para la educación priorizando la salud, la agricultura, incluyendo los caminos vecinales enfatizando el desarrollo de las Pymes, desarrollando incentivo para el café, cacao, ganadería, el banano, vegetales, arroz, invernadero y otros, con ética y transparencia.

Así, disminuiría la delincuencia que nos aterra junto a la inseguridad y a la violencia, creándose un ambiente propicio y un clima de cambios que se  necesita con urgencia. La inseguridad y violencia nos arropan con el hoyo fiscal y el déficit, junto a otros delitos ocurridos en el exterior como el barbarismo de los últimos desastres en Estados Unidos. dejando 28 muertos incluyendo mas de 20 niños colegiales victimas de la venta libre de armas parece; así como ver en la misma

España una sentencia de Tribunal superior de Justicia en Madrid reconociendo el derecho de un matrimonio homosexual, donde el primogénito concebido en vientre de alquiler en Estados Unidos, práctica legal en España el matrimonio gay; así es como en la misma Francia, donde  devienen nuestro código Jurídico el Parlamento estudiaría en próximos meses un proyecto legislativo para regular la ayuda al suicidio, porque ocho de diez franceses consideran necesario legislar sobre el derecho de morir dignamente.

Analizando todos los países cambian, unos en lamentable retroceso y otros, superándose, por lo que nosotros mismos los dominicanos transitamos afortunadamente cambios de los que últimamente hemos venido resaltando en esta columna los Jueves que crean esperanzas útiles, lo cual nos hace recordar algunas cosas geniales del grande poeta nacional nuestro Don Pedro Mir, que consideró útil tratar de recordar algunos versos de su histórico poema Si alguien quiere saber cuál es mi patria: “Y el día en que estalle la libertad suprema,/ soberana, procure estar bien cerca y bullicioso,/ porque habrá una gran patria,/ una grande, inmensa, inmóvil patria para todos,/ y no habrá ni un país para estas lágrimas.

Finalmente, señor presidente Medina, con respeto, nos permitimos sugerirle que designe una comisión especial de munícipes que realicen un rastreo que crean influencias en nuestra sociedad, para disminuir por lo menos los niveles de violencia descarnadas que algunos producen en algunas novelas, películas y programas, o utilizar departamentos o funcionarios que profundicen en dichos controles, porque de poco sirve el esfuerzo que hace el superior gobierno para cambiar, si no actuamos directamente frente a los malos ejemplos, que pudren por doquier, el problema será cada vez mas agudo al rojo vivo y ganar tiempo resulta milagroso.      

El Nacional

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