Opinión

Neoliberalismo y Estado

Neoliberalismo y Estado

El rol del Estado en la dominación capitalista y en el contexto de la presente crisis, lejos de desaparecer, asume modalidades nacionales y trasnacionales más brutales en la defensa de los intereses del capital corporativo y de la gran propiedad privada que las denunciadas y previstas por Marx.

 Como nos dice Iñaki Gil de San Vicente”:

 “La tendencia de los Estados capitalistas actuales va en dirección a poderes burocratizados fuertes, cada vez más separados de la vida parlamentaria formal, con estrechas conexiones internas con las organizaciones burguesas privadas, y crecientemente coordinados con y/o supeditados a otros Estados más poderosos y a los grandes gigantes financieros transnacionales, que también están unidos a corporaciones industriales” (“ESTADO Y DOMINACIÓN”.- TEXTO ESCRITO PARA LA CHARLA DEBATE EN EL CSO LA TRABA, EUSKAL HERRIA  7-I-2011)

 Las crisis previstas por Marx no han cesado como tampoco las reestructuraciones del sistema. Pero además las grandes crisis van más allá de las crisis cíclicas de sobreproducción o de las simplemente financieras.

 “…nos encontramos – afirma el profesor argentino Jorge Beinstein- ante una crisis sistémica. Yo prefiero hablar de crisis de civilización, es decir de la civilización burguesa, que presenta múltiples aspectos: económico-financiero, ambiental, energético, alimentario, militar, y cuyo motor se encuentra en el centro del mundo: los Estados Unidos. Es una crisis global que viene siendo preparada desde hace unas cuatro décadas… Estamos ahora en el comienzo de lo que muy probablemente será un largo período de turbulencias, marcado por la declinación general del sistema”. (“Crónica de una crisis anunciada”.-Entrevista en “La Revista del CC” Edición 4, año 2, diciembre 2008).

 Y  en medio de esa crisis y aun dentro de procesos neoliberales, privatizadores de todo lo social y gran parte de lo público, crecen los poderes burocráticos y militares cada vez mas autónomos de todo lo que sea control ciudadano y social, y cada vez más articulado a la lógica depredadora y opresiva del gran capital privado, reafirmando la esencia de clase del Estado al margen de sus modalidades liberales o despóticas, así como  la razón agigantada del enfoque crítico marxista respecto al Estado y a la necesidad de controlarlo y, a la larga, extinguirlo.

En el presente los Estados de las potencias centrales del capitalismo (EEUU-UE y socios asiáticos), especialmente sus fuerzas militares, marchan a la par de las corporaciones mineros-energéticas y los consorcios financieros en los designios de toma y saqueo destructivo de la periferia capitalista, en interés de prolongar su vejez signada por la decadencia.

El Nacional

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