El Parkinson es la enfermedad neurodegenerativa más común después del Alzheimer. Se manifiesta con lentitud, dificultad para moverse, temblor estando en reposo, rigidez muscular y problemas con el equilibrio.

Además de éstas conocidas dificultades,causadas por una inexplicable pérdida dela sustancia cerebral que se relaciona con el movimiento (dopamina) en la región del cerebro conocida como sustancia negra, el Parkinson podría generar cambios importantes a nivel de las capacidades mentales.

Una de éstas afectaciones se produce en las llamadas funciones ejecutivas que son aquellas conductas que nos dan autonomía , como son la capacidad de tomar decisiones, establecer metas, actuar en orden secuencial, así como la habilidad para prestar atención e inhibir las distracciones.

Los pacientes con Parkinson suelen quejarse de problemas de memoria. Este déficit está relacionado a una lentitud creciente a la hora de procesar y recuperar la información que ya se tiene, o ala recién aprendida. La depresión es también una condición ligada a ésta enfermedad. Cerca de la mitad de personas diagnosticadas de Parkinson la sufren y hay datos que confirman que ésta aparece incluso antes de los trastornos de movimiento.

Ante éste panorama, la opción más adecuada para ésta enfermedad, es un control adecuado de los síntomas. Además del tratamiento médico para controlar los trastornos de movimiento de la enfermedad, la aplicación de técnicas estratégicas de adquisición de recuerdos y terapias para la depresión son útiles para una vida óptima en la vida del enfermo de Parkinson.