El baile de San Vito es el nombre con que antiguamente se describía a las personas, que, afectadas por una extraña enfermedad que alteraba el movimiento y la forma de caminar, se dirigían a la capilla de San Vito (Alemania) a pedir ser curadas.
Hoy se sabe que una de éstas afectaciones es la Enfermedad de Huntington, descubierta por el estadounidense del mismo apellido a finales del siglo XIX. Es un trastorno degenerativo y de origen genético, diagnosticado casi siempre entre los 30 y 50 años, que afecta mucho más que la manera de andar.
El primer grupo de síntomas que se manifiestan en la Enfermedad de Huntington son los cognitivos y psiquiátricos: déficit de memoria, aprendizaje, dificultades serias de concentración, alucinaciones, irritabilidad, paranoias, pérdida de contacto con la realidad.
Esto va seguido de movimientos motores involuntarios: movimientos rápidos e incontrolables de las extremidades, muecas involuntarias, giro de la cabeza para dirigir la mirada. Más adelante se presentan problemas para hablar y tragar.
Todas estas manifestaciones se agudizan con el tiempo, y causan, en la mayoría de los casos, demencia, y un nivel de discapacidad casi completo, siendo el pronóstico de vida de unos unos 15 a 20 años.
El diagnóstico tiene que ser hecho mediante un examen neurológico completo, que incluya imágenes del sistema nervioso, como resonancias y tomografías.
No existe tratamiento que cure o evite el progreso de ésta enfermedad. Lo que se busca con la terapia farmacológica actual es sobrellevar los síntomas y que el enfermo pueda, dentro de lo posible, obtener algún grado de independencia.
Se están realizando estudios genéticos y con células madre que ayuden a contrarrestar ésta enfermedad.Hasta hoy, no se han obtenido resultados concluyentes.
Muchas personas diagnosticadas de Enfermedad de Huntington sufren depresión severa y se ha registrado un alto grado de suicido en quienes la padecen. Por ello, entre otras cosas, existen grupos de apoyos de familiares que padecen éste trastorno.