Opinión

NEURO-PSICOLOGÍA

NEURO-PSICOLOGÍA

Ya sea problemas para conciliar el sueño, como para permanecer dormidos, o bien, dormir en exceso, o en lugares y momentos inapropiados, las dificultades con el sueño constituyen un mal que puede afectar significativamente la calidad de vida de una persona.

El promedio de sueño en los bebés es de unas 17 horas diarias, que va disminuyendo a unas 6 a 8 horasen la edad adulta.  Los ancianos parecen ser quienes menos necesidad de horas de sueño requieren.

Los efectos reparadores y beneficiosos del sueño se hacen evidentes en ausencia de éste, en cuyos casos se podrían presentar síntomas tales como: aumento notorio en el tiempo de reacción, visión borrosa, debilitación del sistema inmune, confusión mental, despersonalización, desmayos, hiperactividad, por solo mencionar algunos.

Una persona que sufre de falta de sueño también va a presentar altos niveles de ansiedad y estrés lo que supone dificultad para concentrarse, apatía, preocupaciones excesivas, e irritabilidad.

Se ha descrito que los trastornos del sueño acompañan varias enfermedades psiquiátricas y neurológicas, tales como la depresión, el trastorno bipolar y la enfermedad de Parkinson.

Algunos hábitos de sueño pueden ser practicados para mejorar la calidad del mismo. Estos incluyen el establecer un horario regular para ir a la cama, realizar alguna actividad física durante el día, tener la temperatura adecuada en la habitación, cenar moderadamente, no tomar bebidas estimulantes antes de dormir, y de ser necesario, realizar ejercicios de relajación minutos antes de disponerse a conciliar el sueño.

La terapia cognitiva conductual ha demostrado ser eficaz en éste sentido. Se centra en la enseñanza de una  serie de estrategias para reconocer patrones que hacen que el insomnio persista y al mismo tiempo introduce estrategias para “ re aprender a dormir”.

El insomnio puede ser una condición severa, pero definitivamente tiene cura. Ya sea mediante la práctica de los hábitos del sueño, cuando el insomnio es más leve, o a través de terapia cognitiva o incluso, si el caso lo requiere, con tratamiento farmacológico, los trastornos del sueño son tratables, siempre y cuando se busque ayuda  a tiempo.

El Nacional

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