Las fiestas patronales de cualquier comunidad, municipio o provincia, tienen, para éstas demarcaciones, la mayor importancia, similar o superior a las celebraciones de carácter patriótico.
Unas fiestas patronales, conjugan una mezcla de sentimientos en la que afloran el arte, los conocimientos, la autoestima y el orgullo local, a niveles tales, que los nativos no escatiman ningún esfuerzo, si con ello contribuyen a la lucidez y el esplendor del programa de actividades elaborado para esos fines.
El 24 de agosto de cada año, Neyba celebra el día de San Bartolomé, uno de los doce apóstoles, y, para la ocasión, la Iglesia Católica asume la dirección de los actos religiosos.
Los actos religiosos envuelven la celebración de una o varias misas, la procesión, los bautizos y las confirmaciones a grupos previamente preparados para ello.
La otra parte de la celebración, es la recreativa y cultural, muy emotiva y profundamente contagiosa.
El retorno de los que se han marchado, y el reencuentro con los que viven en el municipio, es, desde la óptica espiritual, el punto más alto y el momento más estelar en todo el desarrollo de las festividades.
En lo personal, y en mi condición de hijo de Neyba, en el pasado he compartido la responsabilidad de trabajar arduamente en la preparación de las fiestas patronales de San Bartolomé.
Debo recordar los años en que desde la Presidencia del Casino Unión Neybera Inc., con la efectiva colaboración de mis compueblanos, logramos organizar bailes y actividades culturales de gratísima recordación.
En esta oportunidad, un grupo de jóvenes distinguidos, encabezado por el licenciado Julio Cuevas y Vicdali Melgen, han convocado a los neyberos ausentes para que, en caravana, vayamos a Neyba.
Esta es la parte que abarca los días 27 y 28 del presente mes de agosto, y el propósito es que podamos celebrar una especie de reencuentro con nuestros familiaress, amigos y coterráneos.
¡Enhora buenas!
El municipio de Neyba, y toda la provincia Bahoruco, necesitan el apoyo moral y material de los que nacimos en ese terruño, así como de los amigos que se sumen a nuestra causa, y, más que nada, del presidente de la República, doctor Leonel Fernández Reyna.
La necesidad más perentoria de la provincia y del municipio de Neyba, es la construcción de la carretera Neyba – Barahona.
Las promesas se agotaron, ahora necesitamos acción.
