Funcionarios, políticos y académicos suelen interpretar las estadísticas sobre cuentas nacionales con iguales divergencias a las que confrontan religiosos de denominaciones diferentes cuando descifran textos bíblicos, aunque siempre se ha dicho que la matemática es infalible o que los números no mienten.
Gobierno, autoridades monetarias y economistas independientes navegan en dirección opuesta al analizar el comportamiento de la deuda pública dominicana, aun cuando como insumo disponen de cifras similares, como si para uno fuera agua cristalina y para otro espeso aceite.
El equipo de economistas del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (Intec) ha advertido que el monto de la deuda pública, de poco menos del 38% del Producto Interno Bruto (PIB), se acerca “al umbral de riesgo”, que se estima en un 40%.
Para el ministro de Hacienda, Donald Guerrero, el Gobierno ha hecho menos pesarosa la carga de la deuda del sector público no financiero, al reducir en un 17% la porción contratada a tasa variable y ampliar en un 82,45% la porción a interés fijo.
Al 31 de marzo, el monto de la deuda atado a un interés no variable era de US$22,798.6 millones, mientras que a tasa variable sumaba US$4,831 millones y a tasa cero, unos 29.9 millones de dólares, lo que quiere decir que el impacto de un incremento en la tasa de interés sería menor.
Conforme a esos números, el monto de la deuda del Sector Público No Financiero asciende a US$27,659.5 millones, equivalente a un 38% en proporción al PIB, cifras que el equipo de Intec cree cerca del umbral de los problemas, pero que el Gobierno considera manejable.
Ese monto, compuesto por un 24.8% del PIB de deuda externa y de un 12.9% de deuda interna, no incluye la deuda del Banco Central, que asciende a US$10,184.5 millones, denominado déficit cuasi fiscal, que el equipo de Intec cree que ya ronda los 430 mil millones de pesos, y lo define como “una carga permanente y creciente con un altísimo costo operativo”.
El déficit cuasi fiscal lo representa la cantidad de recursos que emite el Banco Central para redimir las tasas de interés sobre esos títulos, cuyos montos están recluidos en las bóvedas de la institución. Ojalá que algún cristiano pueda explicar en buen español todo lo relacionado a la deuda pública.
