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Niegan plátanos estén entre $4 y $5 en fincas

Niegan plátanos estén entre $4  y $5 en fincas

SANTIAGO. Transportistas de plátanos de la Línea Noroeste y de la provincia Espaillat, aseguraron que, dependiendo del tamaño y la calidad del producto, lo adquieren en las fincas entre 7 y 10 pesos la unidad, negando así que los compren entre cuatro y cinco pesos, como aseguró el ministro de Agricultura, Ángel Estévez.

Recientemente, el titular de la cartera agrícola sostuvo que no se justifica que en supermercados y colmados del Distrito Nacional vendan ese artículo hasta a 23 pesos.

Con esa aseveración, el funcionario dejó entrever la posibilidad de que en esa parte de la cadena de distribución estén provocando aumentos considerables en los precios, aunque los adquieren mucho más baratos en los campos.

Consultados en sus áreas de distribución del hospedaje Yaque, de esta ciudad, vendedores dijeron mostrarse extrañados de dicha aseveración e invitaron al titular de esa institución a que ordene a sus empleados que salgan a venderlo a 4 y 5 pesos en los camiones de Agricultura.

Frank Ayala, distribuidor de plátanos que se cosechan en la provincia Espaillat, dijo que en estos momentos vende a 15 pesos la unidad de mayor tamaño, a 12 el mediano y a 9 el pequeño.

“No es verdad que ese rubro salga de los campos con un precio máximo de cinco pesos sin importar el tamaño, pero me gustaría que el señor ministro me diga dónde puedo adquirirlo a ese costo para surtirme de ahí y venderlo más barato que como lo hago”, señaló Ayala.

En tanto que Angel Disla, vendedor de plátanos cosechados mediante el sistema de regadío y que se producen en la Línea Noroeste precisó que, al ser de mayor tamaño, se distribuye a 18 pesos la unidad.

Dijo que los costos de producción obligan a los empresarios a vender los plátanos a esos precios “y si Agricultura dice que estamos especulando, entonces que los vendan al pueblo a 4 o 5 pesos”.

Ayer, el ministro de Agricultura garantizó que conversará con los productores de plátanos, a fin de lograr que los precios a los que llegan al sector consumidor se ajusten a la realidad del mercado.