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No se detiene entrada haitianos por la frontera

No se detiene entrada haitianos por la frontera

Las autoridades dominicanas de servicio en la zona fronteriza están alarmadas por la enorme cantidad de haitianos indocumentados que entran diariamente al territorio nacional, a pesar del Plan Nacional de Regularización de Extranjeros en Situación Irregular (PNRE). Funcionarios civiles y militares estiman que decenas de miles de haitianos, que no se acogieron al Plan de Regularización han ingresado de nuevo a República Dominicana y realizan sus actividades habituales, pese a las disposiciones del decreto 327-2013 del Poder Ejecutivo.

El reingreso es tal, que sólo en Dajabón se estima que entre 500 y 1,000 haitianos cruzan todas las noches el río Masacre con destino hacia República Dominicana. El ingreso de nacionales del vecino país se lleva a cabo a través de ocho puntos o cruces fronterizos, según los informes del Departamento de Operaciones e Investigación Fronteriza (Doif), del Ejército de República Dominicana.

Esos puntos son Dajabón, Montecristi, Restauración, Río Limpio, Guayajayuco, Jimaní, Elías Piña y Pedernales.
De acuerdo a los informes del Doif y de otras agencias del Estado dominicanos, los haitianos que reingresan al país, se dirigen en su mayoría hacia Santo Domingo, Santiago, la zona turística de Higüey, especialmente a Bávaro y Punta Cana; y a las zonas cafetaleras y agrícolas del Cibao.

Las provincias de Dajabón y Montecristi son las que registran el más alto número de ingreso de extranjeros procedentes de Haití, los que utilizan distintas zonas para penetrar a República Dominicana, como La Vigía, Cañongo, Don Miguel, La Peñita Los Arroyos, La Patilla, Inespre, Sanché, La Aviación, Los Cayucois, barrios la Bomba, Los Miches y Copey.

Muchos haitianos son interceptados y devueltos hacia Haití por los miembros del Cuerpo Especializado de Seguridad Fronteriza Terrestre (Cesfront) que comanda al general Carlos Aguirre Reyes. Se cree que por cada haitiano indocumentado interceptado tres logran penetrar al país sin ninguna dificultad.

Por Montones

La profesora Ramona Rodríguez Quezada, gobernadora provincial de Dajabón, pegó el grito al cielo indicando que los haitianos están llegando al país por la frontera norte “por montones”.
“Muchos de esos haitianos están llegando con documentos alterados”, dijo la representante del Poder ejecutivo, quien aclaró en seguida, que las autoridades de Migración y los militares están detectando las irregularidades y devolviendo a su país a los haitianos.

Advirtió que las autoridades deben tomar otras medidas, “porque verdaderamente ellos fueron regularizados la mayoría, y ahora están llegando, pero no poquito, están llegando muchos”.

“Ellos parece que se sienten en sus aguas, ven que ya no habrá problemas al entrar al país”, lamentó la gobernadora.
“Se fueron voluntariamente, llevaron todos sus ajuares, entonces fueron y guardaron todo eso allá y volvieron para acá y eso hay que investigarlo”, dijo la profesora Rodríguez Quezada.

Reveló que que muchos de los haitianos que se han acogido al Plan Nacional de Regularización de Extranjeros están entrando a su país y están entregando sus documentos a otros de sus carnés para que puedan ingresar a territorio dominicano sin problemas.

Los alegatos

Las autoridades de Migración del Cuerpo Especializado de Seguridad Fronteriza Terrestre y de otras agencias aseguran que en muchos casos no puede devolver a los inmigrantes haitianos hacia su país, debido a los alegatos de que regresan a retirar los carnés que les entrega el Ministerio de Interior y Policía.

Las autoridades sostienen que no pueden comprobar la auténticidad de los documentos presentados por los extranjeros, por lo que están obligados a permitirles la entrada. Otros alegan que regresan a República Dominicana a retirar sus carnés que ya estarían listos.

A dónde regresan

Muchos de los haitianos indocumentados que regresan a República Dominicana se dirigen a los lugares donde antes realizaban sus labores habituales como los campos agrícolas del Cibao, las obras de construcción en Santo Domingo y la zona de Bávaro y Punta Cana, en la provincia de La Altagracia, los mercados públicos de las distintas ciudades y las ventas callejeras en cualquier lugar.
En Santo Domingo es notable la presencia de indocumentados haitianos en Villa Mella, en las inmediaciones de la estación Mamá Tingó, del Metro de Santo Domingo, y en la plaza de las grandes tiendas.
También se observan muchos haitianos en las inmediaciones del kilómetro nueve de la autopista Duarte, donde venden frutas, vegetales, maíz, maní tostado, jugos, y dulces.

Otro gran conglomerado se observa en la avenida Duarte, especialmente en la acera oeste de esa vía, donde permanecen decenas de peinadoras y vendedoras de trencitas, y de pelo, maquilladoras y otras.

Un elevado número de inmigrantes haitianos se ha asentado en Sabana Perdida, en los alrededores de la viaje carretera que conduce a Villa Mella, donde controlan el comercio de mercancías, frutas y vegetales.

En tanto que el mercado de las Pulgas que se lleva a cabo todos los domingos en las cercanías del kilómetro 12 de Haina, es el lugar de trabajo de más de tres mil haitianos que se ganan la vida vendiendo ropas usadas, calzados, y comestibles.

En distintas calles y avenidas del Centro de Santo Domingo, como en los alrededores de parque Independencia, el Conde Peatonal, las avenidas Máximo Gómez, Isabel Aguiar, San Vicente de Paúl y otras, se ven diariamente a decenas de inmigrantes haitianos que se ganan la vida haciendo de todo.

Un número apreciable se dedica al transporte público en carros del concho mientras otros trabajan como conductores de motocicletas en colmados y otros establecimientos.

Muchos piden limosnas, otros venden tarjetas de recarga de teléfonos celulares, otros frutas como piña, naranjas, aguacate y manzanas de oro, pero otros venden ropas, perfumes, cremas y artículos para la higiene personal.

Pero la gran mayoría de los haitianos que reingresa a República Dominicana se van a la zona Este de la República Dominicana, generalmente a la zona de Bávaro y Punta Cana, donde las posibilidades de conseguir un empleo son mayores.
Los haitianos que llegan a esa zona se concentran en los barrios de Haití Chiquito, Moscú, en Verón, en el Hoyo de Friusa, en Bávaro, donde viven más de 20 mil nacionales del vecino país.

En toda la provincia La Altagracia la presencia haitiana es tan alta, que monopolizan en más de un 90 por ciento la mano de obra del sector de la construcción, ejercen el control total del comercio informal, el transporte en motocicletas (motoconcho), y las labores de peluquería, conserjería y seguridad privada.

La presencia de haitianos en esa zona es tan notable que existen lugares poblados casi en su totalidad por ellos. En barrios como El Hoyo de Friusa, Villa Esperanza y Haití Chiquito, en Bávaro; y Kosovo, en Verón, hasta las calles y las casas se tornan parecidas a las del barrio Cité Soleil de Puerto Príncipe. Los inmigrantes haitianos están diseminados en Punta Cana, Bávaro, Verón, El Hoyo de Friusa, Cabeza de Toro, El Cortecito, Uvero Alto, Macao, Boca de Yuma, y en Bayahibe, pero en menor cantidad.

UN APUNTE

El plazo venció

El Plan Nacional de Regularización de Extranjeros en situación Irregular estaba previsto concluir el 17 de junio de este año, pero no ha sido así.

Las autoridades han prorrogado en dos ocasiones los plazos establecidos para que todos los extranjeros se acogieran a dicho Plan, según lo dispuesto por el Poder Ejecutivo en el decreto número 327-2013.

Se prevé que las autoridades dominicanas otorguen un nuevo plazo a miles de haitianos indocumentados para que regularicen su situación migratoria en República Dominicana.

UN APUNTE

El negocio de la frontera

Esta franja que divide a República Dominicana de Haití se ha convertido en área de comercio legal e ilegal, que mueve millones de dólares cada mes.

Aunque existe un comercio regulado de intercambio comercial y que opera dos días a la semana, la realidad es que diariamente por la frontera cruzan cientos de indocumentados que “pagan peaje” a civiles y militares, así como se incrementa el contrabando de carbón vegetal desde este lado hacia el vecino país.

También se ha comprobado que desde Haití se trae de manera ilegal al territorio dominicano armas de fuego, ajo y ropa, y drogas narcóticas. Regularmente se hacen decomiso, pero lo que pasa siempre es mayor a lo incautado.