¿Qué Pasa?

No soy un ejemplo, soy un guerrero

No soy un ejemplo,  soy un guerrero

 

La vida es corta para muchos y larga para otros, lo que ayer, a los 30, te fue divertido, junto al valor de la amistad, a los 50 ya no lo es. La integridad como la moralidad y la solidaridad han cambiado bruscamente y nos encontramos a mediados de los 50 que lo más importante es tener dinero, es la lucha por ser millonario y en función de esto pasamos de corruptos a ladrones, a corruptores.

En la música ha habido cambios bruscos, ya no importa el talento, la belleza de sus letras o su voz, ahora solo lo importante son las nalgas o las tetas de las intérpretes femeninas y el dinero o la droga para poderlas promover o las yipetas en los masculinos cargados de euros y dólares.

El asunto está llegando a tal punto que hasta las han bautizado con el nombre de “Chapiadoras”. En la televisión lo importante es tener buenas hembras que muevan muy bien la pelvis, porque a través de ello consiguen políticos o empresarios que paguen muy bien las noches o las semanas a las mismas. Hay programas de televisión en que se fabrican oscuros negocios.

El poder político es una empresa rápida para hacerse en menos de 10 años con 3 mil millones. Ya yo llegué a los 72 y no necesité de nada de eso para vivir bien, ni para ser más inteligente. Yo no soy el ejemplo, tampoco en torno a esa forma de vida pretendo serlo, porque entiendo que para otros podría ser un camino difícil, pero seguro.

El Nacional

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