En la mayoría de los casos pensamos que nuestra televisión está perdida, que lo vulgar se ha apoderado de ésta, pero no es así, existen programas que trabajan en procura del buen entretenimiento y por lo cual no cruzarían la línea roja, aunque con ello ganen audiencia, y este es el caso de los espacios de radio y televisión “Buen día con Aguiló” y “Bien de Bien”, respectivamente.
La fórmula de tener un gran equipo de producción y de talento, mezclados con un producto positivo en procura de lo bueno, es lo que le ha funcionado al comunicador Luis Manuel Aguiló, logrando así la captación de la audiencia que ha hecho de los espacios diario y dominical, alternativas de información y entretenimiento. “Esa es nuestra filosofía, lo bueno, es lo que hemos venido realizando, lo que hemos concebido y lo que estamos llevando a cabo”, enfatiza.
Agregó además, sentirse feliz con ambos grupos de trabajo y el apoyo de la audiencia. “Me siento agradecido de público que ha aceptado los proyectos. Los programas lo hacemos con el propósito de animar a la gente, pero los primeros que nos animamos pese a cualquier adversidad que tengamos somos nosotros y eso también lo tratamos de proyectar, llevarles información y diversión nos hace felices”.
Aguiló quien se define por su disciplina, afirma no todo se vale para conseguir audiencia. “Yo tengo mis límites y entiendo que no todo se vale. Por ejemplo no apoyaría ningún magnicidio por ponerte un extremo, yo no apoyaría la muerte de nadie por conseguir un fin, no apoyaría el abuso por lograr escalar, no apoyaría la traición para lograr asumir una posición u otra. Hay valores que te definen cuáles son los limites, por lo que en la televisión no todo se vale para conseguir audiencia, al igual que en la vida no todo es válido para conseguir un propósito”.
Al cuestionar al veterano comunicador, quien no sorprende a nadie al lograr el éxito con estos proyectos, ya que ha logrado lo mismo con sus anteriores propuestas, sobre el elemento que distingue su trayectoria, muy tímido respondió que la disciplina.
“Lo más difícil es poder definirte, porque una cosa es lo que tú crees que eres, otra cosa es lo que la gente cree que eres, pero creo que es mi disciplina”, destacó.
