Opinión

Nobel de la Paz con agenda de guerra

Nobel de la Paz con agenda de guerra

Barack Obama, no celebra la solidaridad de Cuba con Haití, auténtica y eficaz, tampoco el hecho de que la Revolución Cubana haya aportado el modelo y los entrenadores para la erradicación del analfabetismo en Bolivia, asumida como prioridad por el gobierno de Evo Morales. No celebra la notable reducción de la pobreza en Venezuela. El Nobel de la Paz emite carcajadas y alza la voz para celebrar, a coro con Juan Manuel Santos, la puesta en marcha de un proyecto de exterminio.

Obama y Santos celebraron juntos la muerte de Jorge Briceño (el Mono Jojoy) a manos de militares colombianos que, con satélites yanquis e israelíes, realizaron una operación de guerra (violando elementales normas éticas). Es ficción de la peor el relato  de que lo localizaron por las   botas que mandó a comprar.

Santos viajó a Nueva York, donde la Asamblea General de la ONU se reunió  para analizar los avances en los Objetivos de Desarrollo del Milenio. Se reunió con Obama y anunció  que Colombia aspira a ser miembro del Consejo de Seguridad de la ONU.

Obama, al celebrar la muerte del comandante guerrillero, brinda apoyo a la negativa de  Santos de dialogar con las fuerzas beligerantes. La guerra es un negocio de la oligarquía colombiana y del poder estadounidense, y sirve para fomentar el servilismo y acentuar la dominación. ¿Por qué más celebrarían Obama y Santos?

Hay en agenda una visita a Bogotá del subsecretario de Estado James Steinberg, para iniciar el mal llamado Diálogo de Alianza de Alto Nivel Estados Unidos-Colombia. ¡Otro disfraz para el sometimiento!

Obama celebra el guerrerismo de Santos y condena a Cuba, que está en  la lista de los países patrocinadores del terrorismo, a pesar de haber sido sede de diálogos de paz en años recientes, de contribuir al desarrollo de otros países y de haber obtenido impresionantes  avances en  los Objetivos de Desarrollo del Milenio, como reconoció el secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon.

Se trata de preservar las condiciones para utilizar la fuerza y elaborar impunemente proyectos de agresión… Por eso el Nobel de la Paz brinda por la continuidad de la guerra. ¡Asqueante retorcimiento!

El Nacional

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