Nuestra generación no estaba preparada para los cambios que se están realizando en el béisbol con la intención de disminuir el tiempo de los partidos.

Sin importar el crecimiento económico de este deporte que apasiona a norteamericanos, caribeños y algunos orientales, el Comisionado de Béisbol, Rob Manfred promueve reglamentaciones que él piensa que pueden recortar la duración de los juegos para hacerlos más atractivos a un público que no consume pelota y que alega aburrimiento por la lentitud de esta disciplina.

La última medida tomada y aceptada por el Sindicato de Peloteros que dirige Tony Clark, fue conceder la inicial en las bases por bolas intencionales con una señal desde el dugout.

Russell Martin irónicamente señaló que entonces, quien dispare un jonrón no debe hacer el recorrido completo para ahorrar tiempo… y mire, agregamos nosotros, que las piernas de Barry Bonds y Mark McGwire, entre muchos otros, lo hubiesen agradecido, pues el líder jonronero de todos los tiempos tuvo que trotar en 274,320 pies en sus 762 vuelacercas.

Quien ha visto juegos de pelota sabe todo lo que implica realizar cuatro pitcheos fuera de la zona de strike, lejos del alcance del bateador, pero que no se distancie tanto del receptor que pueda convertirse en un lanzamiento desviado como hemos visto en muchas ocasiones.

Mete miedo que de golpe y porrazo se esté eliminando la esencia de un juego que tiene más de 100 años de historia rica en estadísticas y ha sufrido las transformaciones necesarias, pero sin lastimarse en su naturaleza.

Esto no es como el no bloqueo del plato, regla con la que no estuvimos de acuerdo, pero que debe respetarse porque beneficia la integridad física de los peloteros igual que con los deslizamientos ilegales en la intermedia para romper doble matanza y que en ocasiones casi acabaron con algunas carreras.

El señor Manfred transita un camino espinoso, pues también se está hablando de recortar los extra innings colocando corredores en circulación después de una entrada determinada.

Si eso termina imponiéndose ¿qué se hará con las estadísticas?
Poner carrera anotada a un jugador que no se ganó el derecho de estar en circulación (OBP), una de las categorías premium del juego moderno.

Poner una impulsada a un bateador al que se le facilitaron las cosas.
Lastimar el promedio de carreras limpias permitidas de un pitcher.

Si la respuesta es negativa, entonces como hacer que los números concuerden.

¿Se enviará a la inicial a los jugadores que están supuestos a recibir un pelotazo por un “perreo” o por retaliación ante un bolazo anterior?

Ya se ofrecieron estadísticas del tiempo poco significativo que podría ahorrarse las Grandes Ligas en una temporada con la nueva regla.

El béisbol ha ido cambiando sin recibir imposiciones.

Las BBI han ido desapareciendo como los toques de sacrificio. En la temporada pasada los tres equipos que más pasaportes intencionales concedieron en la Liga Americana fueron: Boston (34), Detroit (32) y Houston (31). Los que tuvieron menos: Cleveland, Toronto y Medias Blancas, todos con 16.

En la Liga Nacional quedaron al frente: Atlanta (60), Washington (49), Cachorros (45) y los que menos transfirieron: San Luis (28), San Diego (30), Dodgers (31).

Mismo ocurre con los toques de sacrificio que se están extinguiendo sin ser necesaria una reglamentación y fue así como Boston (8), Oakland (13), Baltimore (17) y Detroit (17), casi nunca tocaron para avanzar corredores y la mayoría de las ocasiones que lo hicieron fue en partidos interligas cuando sus lanzadores consumían turnos al bate.

Los líderes de la Americana fueron: Kansas City (38), Angelinos (36) y Cleveland (31), Ned Yost con su juego pequeño y Mike Scioscia dirigiendo en la edad de piedra y enemigo de la sabermetría.

En la Nacional, los Bravos comandaron los toques de sacrificio con 64, siguieron Cincinnati (58) y Colorado (54). Dodgers (30), Mets (35) y Padres (36) fueron los conjuntos que menos outs regalaron.
Esperaremos el próximo paso de Manfred y el sindicato de jugadores, ojalá que no sea en falso.

UN APUNTE

Reducción del tiempo

Las Grandes Ligas buscan partidos de menos duración para entrar más en la preferencia del público. El voleibol redujo el tiempo con la regla de puntos en todas las pelotas en juego y eso elevó la simpatía por esa disciplina.