Lima, (EFE).- El partido Fuerza Popular, que lidera la excandidata presidencial Keiko Fujimori, se quedó este luens con 60 congresistas, tras la renuncia a su bancada del legislador Lucio Ávila, por discrepancias con el trato dado a diez de sus compañeros, entre ellos Kenji Fujimori.

Ávila envió una carta al portavoz de Fuerza Popular en el parlamento, Daniel Salaverry, en la que expresó su “preocupación por lo ocurrido en la bancada de Fuerza Popular”, que en las últimas semanas sufrió la renuncia de diez legisladores liderados por Kenji.

El parlamentario manifestó en su misiva su “solidaridad con los compañeros expulsados y renunciantes, que en su mayoría son representantes del Perú profundo olvidado y marginado”.

“Presento mi renuncia irrevocable al grupo parlamentario Fuerza Popular a partir de la fecha”, agregó. La salida de Ávila dejó a la bancada Fuerza Popular con 60 escaños de los 130 que integran el Congreso peruano.

Aunque Ávila no confirmó si se unirá a la facción disidente que lidera Kenji, la congresista Maritza García, una de las figuras más conocidas de este grupo, señaló en Twitter que se les “seguirán uniendo más congresistas profesionales cansados de no poder servir a su pueblo”.

Tras conocerse la decisión, la también parlamentaria fujimorista Úrsula Letona lamentó la renuncia de Ávila, pero dijo que su agrupación no tiene “ningún problema” en quedarse con los integrantes “que corresponda”.

“Para nosotros lo más importante es mantener la línea por la que fuimos elegidos, y quisiera que la ciudadanía en general recuerde que los parlamentarios de Fuerza Popular firmamos, a través de nuestro plan de gobierno, un compromiso por la lucha contra la corrupción”, sostuvo.

Fuerza Popular sufrió un cisma el pasado 21 de diciembre, después de que los diez legisladores liderados por Kenji se abstuvieran de votar por un pedido de destitución del presidente Pedro Pablo Kuczynski, quien con esa decisión logró mantenerse en el cargo.

Tres días después, el gobernante indultó al expresidente Alberto Fujimori, el padre de Keiko y Kenji, lo que desató una crisis política en el país y la mayoritaria opinión ciudadana de que la abstención y el indulto fueron, en realidad, fruto de un acuerdo político, según señalan diversos sondeos de opinión.