Opinión

Nuevas poses y vieja estafa

Nuevas poses y vieja estafa

Leonel Fernández convocó a reunión a los directivos de la Coalición por una Educación Digna, porque, ante la imposibilidad de invalidar el reclamo de que sea destinada a Eeducación una suma equivalente al 4% del Producto Interno Bruto,  y ante la probada ineficacia de los argumentos que sus estrategas pusieron en boca de quienes tienen el compromiso de defender al gobierno en los medios de comunicación, entendió necesario buscar otro recurso para envolver en promesas el rechazo a privilegiar  ese sector y hasta a cumplir lo  establecido en la Ley 66-97.

Primera promesa: el aumento 5.4 mil millones de aumento al presupuesto de Educación a mediado del  año 2011. Segunda promesa: incrementos graduales hasta llevar, en el año 2018, al 5.5% del PIB la proporción del gasto en educación.

 La gradualidad es el disfraz de la estafa. Esta promesa pone a la vista de todos al mismo Leonel Fernández que, en su primer gobierno, a finales de la década de 1990, dispuso un generoso aumento en los sueldos de los altos funcionarios y alegó que no había dinero para un aumento general de salarios. ¡Sólo por demagogia habla de justicia social y desarrollo humano!

La gradualidad es el pretexto para  hablar de cambio en los foros internacionales (el 5.5% es una promesa de la XX Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado), y mantener aquí la desigualdad sempiterna, junto a la criminal corrupción de sus protegidos.

¿Acaso ha sido gradual la entrega de cuantiosos recursos a Obras Públicas, al Despacho de la Primera Dama y a la Oficina Supervisora de Obras del Estado para realizar obras no prioritarias y para financiar  el ejercicio de la politiquería?

El bajo nivel de inversión en educación, es política de Estado. Involucra a los legisladores, al presidente y a los ministros  de Educación, quienes dan prioridad al compromiso politiquero sacrificando el auténtico progreso, que es el de las mayorías… Melanio Paredes, lejos de marcar la diferencia, encarna la continuidad de este insano ejercicio… Y ya no puede ocultarlo.

El Nacional

La Voz de Todos