Durante el tratamiento de cáncer el cuerpo tiene una gran demanda nutricional, por lo que es importante asegurarnos de consumir una dieta saludable que contenga la cantidad necesaria de nutrientes que nuestro organismo necesita.
Alrededor de un 60% de los pacientes oncológicos presentan desnutrición al momento de diagnóstico y más del 80% en etapas terminales presentarán esta condición agravada con la consecuente disminución de la respuesta a la quimioterapia, aspecto que influye en la calidad de vida del paciente.
La pérdida de apetito es muy común en personas con cáncer, esto puede conducir a la pérdida de peso y desnutrición, retardando la capacidad del cuerpo para sanar y en casos severos puede interferir con el funcionamiento adecuado del corazón, el hígado, los riñones y el sistema inmunológico.
De acuerdo a la patología y el tipo de tratamiento que va a ser aplicado del paciente, el patrón de alimentación es establecido por un nutricionista en coordinación con el oncólogo clínico, quienes se encargaran de trazar las pautas que aseguren una correcta nutrición. En la etapa del tratamiento, los principales objetivos desde el punto de vista nutricional son: enfocarse en mantener un peso saludable y consumir alimentos que suministren a nuestro cuerpo de los nutrientes y calorías necesarias para tener energía y que el tratamiento finalice en el tiempo pautado sin que haya interrupciones en el mismo y recuperarnos.
Una alimentación saludable para un paciente de cáncer puede incluir una cantidad considerable de fuentes de proteínas, como pescado, pollo (aves de corral en general), carnes magras y productos lácteos sin grasa o bajos en grasa como queso y leche, huevos, así mismo habichuelas, lentejas, muchos vegetales y frutas, cantidades moderadas de granos enteros.
Tips para mejorar el apetito y mantener una correcta nutrición durante el tratamiento del cáncer:
– Consuma cinco o seis comidas pequeñas por día.
– Consuma alimentos ricos en proteínas y altos en calorías y siempre tenga a mano meriendas.
– Coma cuando tenga más apetito y complemente su dieta con sustitutos líquidos de alimentos para obtener más calorías y proteínas.
– Si no le siente sabor a los alimentos utilice especias para potenciar su sabor como clavo, canela, jengibre, albahaca, tomillo, orégano etc.
– Manténgase tan activo físicamente como pueda para ayudar a estimular su apetito, además los pacientes que son activos y realizan alguna actividad física responden mejor al tratamiento siempre bajo la supervisión de oncólogo.
– Solicite ayuda de sus seres queridos y cuidadores en la compra y preparación de alimentos.
– Busque ayuda de un nutricionista y háblele de sus comidas, pregunte que puede comer durante el tratamiento.
– Si la pérdida del apetito es muy marcada, su médico puede recetarle un medicamento para ayudarle a mejorar su apetito.
TODO SOBRE EL CÁNCER
¿Cuál es la importancia del consumo de proteínas y calorías?
Los pacientes oncológicos necesitan más proteínas de lo normal, éstas son importantes para que nuestro sistema inmunológico funcione adecuadamente, para una correcta cicatrización. Consumir pocas proteínas hace que la recuperación sea lenta y que se presenten muchas infecciones. Una cantidad correcta de calorías te aportan energía y te mantienen activo.
¿Qué alimentos debo evitar consumir durante mi tratamiento?
En general no hay alimentos prohibidos durante el tratamiento, solo debemos limitar el consumo de grasas saturadas, y si algún alimento te causa intolerancia, en conjunto con el nutriólogo lo cambian por otro que te aporte los mismos nutrientes.
¿Puedo tomar suplementos nutricionales durante el tratamiento?
A menos que tu nutriólogo u oncólogo te indique alguno, no deberías tomar suplementos nutricionales de rutina. Eso se indica si existe algún déficit de un nutriente y en ese caso tu médico es quien toma la decisión de si lo debes tomar o no.
EL DATO
Los problemas más comunes
que se presentan durante los tratamientos del cáncer relacionados con la alimentación son:
• Falta de apetito y adelgazamiento.
• Cambios en el sabor o en el olor de la comida.
• Estreñimiento
o diarrea.
• Resequedad en la boca.
• Náuseas.
• Vómitos.
• Irritación de boca, la garganta o dificultad para tragar alimentos.
• Sensación de llenura e intolerancia a ciertos alimentos.
• En algunos casos aumento de peso.
EL DATO
Dra. Dilcia Rodriguez
Nutrióloga clínica
Centro de Medicina Interna del Instituto Nacional de Cáncer Rosa Emilia Sánchez Pérez de Tavares (INCART).
C/ Correa y Cidrón, Esq. Rafael
Sánchez Ravelo, Ciudad Universitaria.
Santo Domingo, República Dominicana.
Teléfono: 809-289-2700
Ext. 2108.
