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En el estudio de los Factores de Riesgo Cardiovascular en la República Dominicana (EFRICARD II), un 34.7% de las personas examinadas resultó con la presión arterial alta. Esta situación fue observada con más frecuencia en hombres que en mujeres.
De las personas son presión arterial alta, solo el 52.5 por ciento están en tratamiento, el 47.5 por ciento restante no lleva tratamiento la gran mayoría por desconocimiento de que son hipertensos (36.8%), y los demás (11%) por llevar un tratamiento irregular debido, en la mayoría de casos, a la falta de recursos económicos.
No es secreto para nadie que se requiere disponer de recursos económicos para tratarse con una verdadera adherencia a las indicaciones de los profesionales.
Si se lograra una mayor cobertura nacional en la prevención de la obesidad y la hipertensión arterial trazando pautas oficiales para incentivar un cambiando en el estilo de vida de los dominicanos, como se viene realizando en otros países del aérea con recursos limitados en salud, y se apoyara además ampliamente a los pobres con sus medicamentos esenciales, podríamos colocarnos muy cerca de lograr dos metas: a) Una reducción de la obesidad, el sobrepeso, la hipertensión arterial, la diabetes, los derrames cerebrales, infartos cardiacos, síndrome metabólico y cáncer, que reducen el período de vida útil al que tienen derecho los pobres dominicanos, b) insertar el país en las recomendaciones emanadas de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
