El Nacional

HIGÜEY.- El crimen organizado, el tráfico de drogas, la prostitución, las violaciones de mujeres, niños y adolescentes, y el secuestro, son el cáncer que corroe las bases de la sociedad dominicana, dijo el obispo de la Diócesis de La Altagracia, monseñor Gregorio Nicanor Peña Rodríguez.

Por eso, hermanos, en este día en que celebramos la Independencia Nacional, tenemos que decirle al Señor que nos libere de toda esclavitud interior y exterior; que nos libere del egoísmo y la avaricia, del deseo desordenado de poder.

Durante su homilía en el te-deum oficiado ayer en la mañana en la basílica de Nuestra Señora de la Altagracia, monseñor Peña Rodríguez citó las opresiones que padece este país 165 años después de haber sido independizado por los padres de la Patria.

Vemos por todas partes lo que se conoce en este país como el cáncer de la corrupción administrativa, y esto es un tipo de esclavitud, indicó.

Añadió que no sólo se da a nivel público, sino también a nivel privado y puso como ejemplo el tráfico de influencia, la falta de institucionalidad, la degradación institucional, como males que aún oprimen a la República Dominicana.

A esto habría que agregar las ejecuciones a través de los llamados intercambios de disparos, al igual que la intolerancia de las autoridades; los asesinatos de policías y agentes de seriedad en las vías públicas, manifestó.

Criticó la condena de inocentes en los tribunales, mientras se absuelve a los culpables y se deja en libertad tantas veces a los delincuentes, lo que se debe erradicar.

Cuando se trata de sujetos adinerados, no importa de donde venga el dinero, si viene de la droga o de negocios sucios, a esa gente los ve uno caminando por las calles, incluso, como dicen vulgarmente los dominicanos, armados hasta los dientes.

El religioso dijo que a esto habría que agregar lo que señalan los obispos en su Carta Pastoral, la proliferación de permisos de armas de fuego, y no digamos nada de los que andan con armas de fuego sin permisos.