Editorial

Obra de bien

Obra de bien

La iniciativa  del cantante Marc Anthony y el  empresario Henry Cárdenas, de ayudar a construir un orfanato en La Romana, constituye un gesto solidario que  ha de calar muy hondo en la conciencia de una  sociedad diezmada por el egoísmo e indiferencia social e indiferente  ante  el drama de pobreza y marginalidad que padece el 49 por ciento de los niños dominicanos.

Esa edificación, auspiciada por Maestro Care Foundation, de Estados Unidos, se construirá  sobre un solar de diez mil metros cuadrados donados por Central Romana y contará con área de cocina,  zona de taller, centro de negocios y un campo de béisbol, para albergar el Orfanato Niños de Cristo, que dirige  la señora Sonia Hanes.

Durante la ceremonia de inicio de la construcción del hospicio conmovió sobremanera las palabras de un niño de 12 años, abandonado por sus padres durante los primeros años de vida, quien agradeció a Dios por haber  tocado  a quienes promueven esa obra “y a quienes me ayudaron a no ser un niño de la calle”.

Mientras  el mundo llora la muerte de  muchos niños a causa de bombardeos sobre zona habitada de Tierra Santa, el artista puertorriqueño y el empresario Cárdenas  han conmovido a la sociedad dominicana con  su noble gesto de  auspiciar la construcción de un albergue  que ofrecerá   amor, comprensión, educación y recreación  a  decenas de infantes abandonados, marginados o excluidos.

Cifras de organismos multilaterales sitúan en 25 mil los niños, niñas y adolescentes obligados a prostituirse y en muchos miles más los que, según la Organización Internacional del Trabajo (OIT),  sufren de trabajo forzado en República Dominicana, drama que obliga a resaltar  acciones  como la encaminada por los patrocinadores del orfanato de La Romana.

Se resalta y  aplaude  la sensibilidad del  cantante Marc Anthony, que a pesar de sus  resonantes éxitos  profesionales y  económicos no ha olvidado sus raíces en la Isla del Encanto y siempre se muestra dispuesto a colaborar con obras de bien social. Con su involucramiento en tan noble proyecto,  el  empresario Cárdenas  ha dado lecciones de lo que  significa un ejercicio empresarial socialmente responsable.

Sin liberar al Gobierno de  su  obligación de garantizar a todos los niños y niñas  protección,  salud, vivienda, educación,  recreación, diversión y  sanidad  espiritual y familiar, es menester reconocer  como un extraordinario gesto de   solidaridad y humanismo la confluencia de voluntades para iniciar la construcción del Orfanato de Niños de Cristo en La Romana.

Los votos son para que obras  como  ese  hospicio se multipliquen por todo el territorio nacional, al amparo de  gente bondadosa,  que unen esfuerzo y voluntad para  proteger a niños en condiciones de vulnerabilidad para  convertirlos en hombres y mujeres de bien, ciudadanos útiles y ejemplares.

El Nacional

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